miércoles, 24 de julio de 2013

SIN SER TAN "RELIGIOSOS..." ¿POR QUÉ SE NOS OCULTA LA VERDAD?



Nos imponen la idea de que el condón es la solución al problema… ¡y no es verdad!

Ocultar parte importante de la información es también mentir. Decir medias verdades y decir solo lo que quieres que el otro escuche es una típica estrategia de manipulación. Se te miente y manipula cuando quieren hacerte creer que los condones y la “educación sexual” que se basa en su uso son “la respuesta segura” frente al problema de los embarazos indeseados y al contagio de las ETS, especialmente del VIH/SIDA.
La “educación sexual” que hoy se imparte en las escuelas y colegios es parte del problema, en vez de ser la solución del mismo. Gran parte del contenido que se da en los programas de “educación sexual oficial” o “educación sexual inclusiva” no se basa en datos científicos ni médicos, sino más bien en una ideología “de género”. Se les repite casi obsesivamente a los niños y jóvenes que sus decisiones deben basarse en sus sentimientos y no en lo racional. No son los datos de la realidad, lo objetivo, sino lo subjetivo y lo que sientes lo que vale y deben tomar en cuenta. Reducen el papel de los padres en la educación de los hijos y los valores humanos tradicionales son puestos en ridículo calificándolos de “obsoletos” o “arcaicos”. Se dejan de lado los datos de la ciencia, las estadísticas y sobre todo se oculta el fracaso rotundo del uso de estos programas (distribución masiva de condones y “sexo seguro”) a lo largo de casi 30 años de su promoción. Incapaces de aceptar este fracaso, creen que el error está en su falta de distribución, o en la edad de distribución, por ello en California ahora (2013) el programa de “salud” los distribuye gratuitamente por “delivery” a niños de 12 años con sólo una llamada por teléfono.
Una gran contradicción se percibe cuando se promueven los condones y la “educación sexual” que se imparte en EUA y se promueve en los países de América Latina:
Por un lado está la reducción de la transmisión de ciertas ETS cuando se utiliza correctamente el condón, pero al mismo tiempo se da un amplio incremento de las tasas de transmisión en la población debido al incremento de la promiscuidad que resulta de la promoción de los condones para asegurar el “sexo seguro”.
El Dr. Edward C. Green, ex director del Proyecto de Investigación para la Prevención del SIDA, en el Centro de Estudios para el Desarrollo y la Población de Harvard, ha afirmado que
“hay una asociación consistente, demostrada por nuestros mejores estudios, incluyendo las Encuestas de Demografía y Salud financiadas por los Estados Unidos de América (EUA), entre una mayor disponibilidad y uso de condones y las tasas de infección por el VIH/SIDA más altas (no inferiores)”20.
Es decir, regalar condones indiscriminadamente “para proteger” a los adolescentes no hace sino aumentar los índices de contagio o de embarazos no deseados.
Lo mismo leemos en un reporte de la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido del 2012:
“La reducción de parejas sexuales y la reducción de la promiscuidad han demostrado ser importantes en la reducción de la propagación del VIH/SIDA, mientras que la promoción del uso de preservativos no ha demostrado tal reducción”[1].
Asimismo, otro estudio realizado por el UNFPA y el ONUSIDA encontró que la caída dramática en la infección por el VIH en Zimbabwe fue impulsado principalmente por los cambios en el comportamiento sexual de sus pobladores, en particular, por un descenso en las relaciones sexuales, comerciales y extramaritales casuales. Esta es la conclusión del investigador principal Daniel Halperin, PhD. de la Escuela de Salud Pública de Harvard:
“En Zimbabwe, como en otros países, la reducción de parejas sexuales parece haber jugado un papel crucial para revertir la epidemia del VIH”[2].
¿Cuál es la realidad que no se nos cuenta?
En las campañas de educación sexual que promueven el “sexo libre” se suprimen deliberadamente los datos reales existentes, como por ejemplo[3]:
- Uno de cada dos jóvenes sexualmente activos contraerá una ETS para la edad de los 25 años.
- En EUA más de 65 millones de individuos están viviendo con una ETS, la mayoría de las cuales son infecciones virales incurables.
- Aproximadamente 15 millones de nuevas infecciones de transmisión sexual se producen cada año en los EUA.
- Aproximadamente 493.000 personas han muerto de SIDA en los EUA, y entre 800.000 – 900.000 personas están contagiadas con el VIH.
- Muchas de las infecciones de transmisión sexual pueden causar resultados adversos del embarazo, incluyendo abortos involuntarios, mortinatos, la restricción del crecimiento intrauterino y las infecciones perinatales (madre a hijo).
- Algunas enfermedades de transmisión sexual pueden causar infertilidad o llevar a un embarazo ectópico en las mujeres
- El VPH puede causar cáncer cervical y anogenital.
- Otras ETS facilitan la transmisión del VIH.
- La mayoría de los jóvenes con ETS no saben que las tienen.
- Más del 50% de las personas sexualmente activas tendrán VPH en algún momento de sus vidas.
- En el 2011 aproximadamente 96.000 personas han sido infectadas por VIH en el Reino Unido, experimentándose un incremento del 4.7 % con respecto al 2010[4].
Según datos de la CDC (Center for Disease Control and Prevention, Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) en el 2010 se reportó lo siguiente:
CLAMIDIA: 1,307,893 nuevos casos. Una tasa de 426.0 casos por 100,000 habitantes, un incremento del 5.1% comparado con la tasa del 2009. La edad de mayor prevalencia fue de 15-24 años. Esta enfermedad, de no tratarse a tiempo, produce infertilidad.
GONORREA: 309,341 nuevos casos de gonorrea, que corresponde a una tasa de 100.8 casos por 100,000 habitantes, un incremento del  2.8% entre el 2009 y el 2010. La edad de mayor prevalencia también fue de 15-24 años. La resistencia a los antibióticos convencionales han hecho que la gonorrea sea más difícil y más costosa para su tratamiento.
SÍFILIS: Un total de 13,774 casos de sífilis primaria y secundaria fueron reportadas al CDC, la tasa total habría disminuido por primera vez en 10 años, pero, aunque en las mujeres se redujo en 21%, en los hombres se produjo un incremento ligero de 1.3%.
HERPES GENITAL: 232.000 casos. Edad de prevalencia: 15-24 años. (Estos datos se refieren solo a mujeres, pues no se cuenta con una estadística en hombres).
VERRUGAS GENITALES: 376.000 casos. Edad de prevalencia: 15-24 años (Estos datos se refieren solo a mujeres, pues no se cuenta con una estadística en hombres).
TRICOMONA VAGINAL: 149.000 casos, mujeres entre edades de 15-49 años.
OTRAS VAGINITIS: 3´192.000 casos. Mujeres entre 15-49 años.
HIV: Se estima que 1´148.200 personas mayores de 13 años están viviendo con esta infección incluyendo un aproximado de 207.600 (18.1%) de personas que desconocen tener la infección[5]. En la década pasada el número de personas viviendo con el HIV se ha incrementado, aunque el número anual de nuevas infecciones se ha mantenido relativamente estable (50.000 infecciones por año). Sin embargo, la presencia de nuevas infecciones aun se mantiene en cifras elevadas, particularmente entre ciertos grupos[6].
VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO (VPH): Un estimado de 20 millones de personas en los EUA están actualmente infectados VPH. Más del 50% de los adultos sexualmente activos se estima que han sido al menos una vez infectados con uno o más tipos de VPH genital. Los datos de VPH se evaluaron por separado para los distintos resultados de interés (Infección por el VPH, las verrugas genitales y el cáncer cervicouterino). No hubo evidencia que el uso del preservativo reduce el riesgo de infección por el VPH[7].
Estas son algunas cifras que podrían estar por debajo de lo que realmente está sucediendo, puesto que muchas personas evitan acudir al médico y desconocen si padecen o no alguna ETS.
Las dudas también se han lanzado sobre la dependencia de los  condones para los programas de “sexo seguro”. En los Estados Unidos se producen más de 15 millones de casos de enfermedades de transmisión sexual (ETS) cada año, según informa el Dr. Joe McIlhaney Jr., presidente del Instituto Médico para la Salud Sexual, una organización sin fines de lucro con sede en Austin, Texas. Él mismo señaló que las consecuencias de confiar en los condones pueden ser graves. Una de las ETS ampliamente prevalente, el Virus del Papiloma Humano (VPH), ha ocasionado más del 90% de cáncer de cuello uterino en los tiempos actuales, y en el 2001 mató a unas 4100 mujeres en los EUA:
“Con base en la ciencia y la ciencia por sí sola, sólo hay una conclusión: Los condones no producen suficiente ´sexo seguro´.Si bien los condones pueden reducir algunos riesgos, todavía a menudo dejan a las personas vulnerables a la infección por enfermedades de transmisión sexual”[8].
Sus argumentos recibieron apoyo en un informe para el Congreso de EUA de losCentros para el Control y Prevención de Enfermedades. La Dra. Julie Gerberding afirmó que la mejor manera de evitar el VPH “es tener una sola pareja no infectada”.
El informe recomienda que los hombres y las mujeres que no están en una relación monógama deben reducir el número de parejas sexuales. El informe también señaló que la mayoría de los estudios muestran que los condones no previenen el contagio del VPH.
La evidencia científica es clara frente al actual problema creciente de las ETS en edades tempranas.
¿Cuál es la solución? 
La única manera 100% segura de tener sexo sin contagiarse de alguna ETS y evitando un embarazo indeseado es educarse en la espera. La virginidad, tanto en la mujer como en el hombre, son garantía para la futura esposa o esposo de tener “una pareja no infectada”.
Esta espera incluye evitar todas las formas de contacto sexual que implican un cierto grado de riesgo[9]. Hablamos, por ejemplo, del “sexo oral” o “sexo anal”.
La promoción de la educación en la abstinencia (saber esperar) recibió apoyo en un largo artículo publicado en el New York Times. Escrito por Helen Epstein, investigadora visitante en el Centro para la Salud y Bienestar de la Universidad de Princeton, la autora observó que muchos de los esfuerzos encaminados a detener la propagación del VIH/SIDA han tenido resultados decepcionantes. Epstein explicó que
el haber hecho caso omiso de la necesidad de promover la fidelidad a la pareja “bien puede haber socavado los esfuerzos para luchar contra la epidemia”.
Señaló asimismo que
“los documentos de planificación del gobierno, informes de organismos de las Naciones Unidas, las campañas de sensibilización sobre el SIDA y programas de estudio de educación del SIDA parecen mantener un extraño silencio sobre el tema (abstinencia y fidelidad conyugal)”.
Mientras ha quedado en evidencia que la repartición indiscriminada de condones no ha sido capaz de resolver la crisis del VIH/SIDA en África (o en cualquier otro lugar), hay un programa que ha demostrado que sí es capaz de hacerlo: la abstinencia y fidelidad a la pareja. ¿Es esto imposible? ¿O es que no hay “voluntad política” para ir por ese camino?
¿Qué nos enseña el caso de Uganda?
Uganda tuvo en un momento la tasa más alta de VIH/SIDA en el mundo. A partir de mediados de la década de 1980, el gobierno instituyó un programa de educación que promovía la abstinencia antes del matrimonio y la fidelidad a la pareja en el matrimonio. El uso de los condones era recomendado solo para los grupos de alto riesgo (como prostitutas) que no aceptarían los otros dos enfoques. Se emplearon vallas publicitarias, anuncios de radio, anuncios impresos, y en los programas escolares se inculcó en las virtudes de la abstinencia y la fidelidad para prevenir el VIH/SIDA[10].
Los resultados fueron sorprendentes. En 1991, la tasa de prevalencia del VIH/SIDA era del 15%. Para 2001, se había reducido a 5%. ¡Fue la mayor reducción de la infección por VIH en la historia del mundo!
Entre las mujeres embarazadas la caída fue aún más dramática (según lo informado por CNS News, 13 de enero de 2003). En 1991, el 21,2% de las mujeres embarazadas arrojaba VIH positivo. Para 2001, el número había caído a 6,2%. Comparativamente las tasas de los países africanos que plantearon combatir el SIDA mediante la distribución gratuita de condones solo iban en aumento: Kenya (15%), Zimbabue (32%) y Botswana (38%) para el 200115.
Las soluciones a muchos de  los problemas que nos aquejan no están en el exterior (uso de un condón), sino en el interior de la persona. Se ha demostrado que el cambio en el comportamiento de las personas ha producido un notable descenso de las ETS y embarazos no deseados. Si esa es la solución, ¿no es tiempo de que ensayemos nuevos métodos centrados en el ser humano como persona y no como un objeto de consumo, o un animal incapaz de contenerse y al que hay que “esterilizar” como se esteriliza una perra para que no tenga crías?
Es tiempo de trabajar por difundir una cultura de amor en la que se eduque a los jóvenes en la importancia de la castidad para poder vivir una recta sexualidad humana, que obedezca al amor y no a los meros impulsos sensuales. Es tiempo de que despertemos, es tiempo de llevar adelante una nueva “revolución sexual”, la que se centra en el respeto de la persona, y en el amor verdadero. La “libertad sexual” ya tuvo su oportunidad, y ha demostrado ser causante de un gran desastre.
¿Cuándo van a entender nuestros gobernantes que la solución no es regalarles condones a sus niños y jóvenes (como insisten actualmente en países como EUA, Reino Unido, España y otros)? ¿No entienden –o no quieren entender– que al darles un condón a sus hijos o regalarles las pastillas del día siguiente a sus hijas los están presionando a tener relaciones sexuales cuanto antes y les están negando la oportunidad de forjarse en las virtudes necesarias para construir familias y sociedades consistentes?
Dra. Verónica Ortega
Fuente: LaopciónV

DIOS LOS BENDIGA