lunes, 9 de mayo de 2011

EXPERIENCIA UTPMP

Imagen por: letercermonde.com


Un techo para mi país.


"Grande es quien no tolera la desgracia de otro ser humano y hace algo al respecto, los demás están de más."    
JhonAlejandroAD




Viernes, 10:30pm

Me despido de mis amigos, momentos amenos que poco o nada me dejan más que aprovechar con ligereza cada una de las carcajadas en común y si se presenta la oportunidad, sembrar entre la algarabía uno que otro consejo del alma, camino hacia mi casa con afán y exasperación, tristemente debo presenciar durante mi recorrido la misma escena de siempre, alguno de mis hermanos buscando desesperadamente comida en la basura o deambulando sumergidos en la locura que produce "una que otra droga". Lo que sucedió entre las 10:30pm y las 12:30am no fue más que un intento por detener los dos últimos buses que necesitaba, la frustración a cuestas por no lograrlo intentando evitar el pésimo servicio de taxi de la ciudad y sin más detalles de la noche, al llegar, los nervios y la expectativa se apoderaron de mis últimos pensamientos.


Sábado, 6:45am

Doy gracias a mi reloj biológico pues debido al cansancio de la noche, había programado la alarma con un pequeño retraso de doce horas, generalmente muchos de mis miedos desaparecen de un día para otro y así fue, me embargaba una emoción indescriptible, no era suficiente el agua sobre mi rostro para disimular el trasnocho pero tampoco fue suficiente el miedo para retener mis ganas de lanzarme al ruedo y procurar dar lo mejor de mí.

10:15am

Debo confesar que no era una experiencia nueva, un bus que como en un parque temático extranjero me enseñaba lo que genera la pobreza y la violencia, en este bus nadie me hablaba más que quienes estaban fuera de él. Sentí un alivio al pisar tierra, casi abrazaba una paz que fue esquiva durante el recorrido pero que con el tiempo se entregó sin medida, no desayuné y no me importaba, había pasado por alto y para mi cuerpo uno de los momentos más determinantes del día o al menos de ésa mañana, si en algún momento sentía ganas de desmayar sabía con certeza que la brisa levantaría mi cuerpo y adivinen qué.

10:20am

Gran saludo recibe de un niño uno de mis compañeros, que envidia pues la calidez de aquel saludo llenaría de energía hasta al más débil de los seres.

11:00am

Definitivamente alguien esperaba por mí, un juego aguardaba mi señal, corazones palpitando al mismo ritmo, sonrisas de felicidad aquí y allá, los abrazos de un grupo de campeones casi no me dejan partir, me dejaron una camiseta blanca llena de "recuerdos" y promesas para el próximo fin de semana.

1:30pm

Si tan sólo respiro en ocho días, allá estaré, creando con la ayuda de todos una nueva historia, me convertiré en un adicto al agradecimiento de las personas y la satisfacción que deja ayudar a los más necesitados, con eso me bastará para vivir durante cada semana en la urbe confusa, la misma que amo y odio pero que para fortuna y desgracia de muchos, urbe que tiene mucho por hacer y por mejorar, y que por supuesto espera más personas capaces y grandes de corazón dispuestas a actuar ya.





No es motivo de orgullo publicar este relato como la persona que se jacta de sus obras de caridad, bien debería permanecer en el anonimato y en lo más profundo de mi propio ser, sin embargo considero que es necesario dar a conocer algunos testimonios para motivar a otros, espero que tú seas ese otro, listo para relatar ésta y muchas historias más.