miércoles, 1 de mayo de 2013

DIOS AMA A LOS PECADORES PERO NO EL PECADO




Son muchos los que hoy se consideran "ex-gays" y ciertamente en internet tenemos acceso a muchos de estos testimonios, no me puedo referir a la historia y lo que nos enseña al respecto porque no la conozco muy bien, lo que tengo por cierto es que existe una batalla tajante entre el bien y el mal, no es un secreto que el mundo nos vende junto con la homosexualidad a la promiscuidad, hay estudios que revelan que muchos de los homosexuales han tenido problemas durante su infancia o adolescencia, la verdad es obvia, todos tenemos problemas pero en este caso específico vemos que todo radica en el núcleo familiar, quizá no es casualidad que los casos cercanos que yo he conocido y que no son pocos tengan algo en común, que sus padres están divorciados, o hubo extrema violencia en sus hogares o fueron abusados sexualmente, lo ideal es que cada persona reconozca de corazón sus propias causas (sin soberbia) para poder solucionarlas, también es cierto que los homosexuales poco conocen a la Iglesia Católica y algunos abiertamente declaran odiarla, otros creen conocerla lo suficiente porque fueron a Misa una vez pero eso no basta, tampoco si fueron cien veces, se consideran atacados por cualquiera que piense algo distinto, se sienten apoyados y adquieren grado de agresividad e intolerancia si un famoso asiente a sus inclinaciones y en el mejor de los casos si el famoso se declara también homosexual, creen que Dios les ataca, no saben lo que ocurre exactamente pero una voz les invita a dar una batalla contra cualquiera que se oponga a sus intereses, ¿a qué los invita esta voz?, usan las herramientas necesarias para defender sus derechos muchas veces por encima de leyes que no conocen, no les ayuda mucho la vida sexual que mantienen, si habláramos con más profundidad de los problemas de la homosexualidad veríamos las enfermedades tan serias que experimentan en sus cuerpos y en sus mentes (eso sin hablar de lo espiritual) tienen una considerable tasa de suicidios, un suicidio es ya mucho decir pues una vida vale mucho para Dios, qué fácil es dar la batalla por la libertad pero no saben lo que es la libertad porque sin reconocerlo viven atados a unas manos que no desearían tener cerca si las conocieran de verdad, si supieran cuánto Dios los ama pero cuánto "repugna" el pecado, esto es determinante, muchos homosexuales no consideran la existencia de Dios y el pecado, sin esos pilares que conciernen a la vida de toda la especie humana podemos esperar lo peor, si supieran que Dios los desea santos y puros, almas castas y libres para elegir lo mejor para sus vidas, la soberbia, la ira y la injusticia son el pan de cada día para ellos como lo es para todos nosotros en distintas cantidades, sé que a muchas de estas personas les ha correspondido un dolor que quizá no merecían pero Dios sabe lo que les permite y porqué, Él sabe que cuando una persona supera las tentaciones y crece ante las insinuaciones del mundo será cada vez más libre y feliz, ¿por qué hay más de un homosexual buscando pareja cual "víctima" en la calle, por qué la promiscuidad es un pilar en sus relaciones, por qué tanta depresión, por qué la culpa y la vergüenza o en cambio el pasar algunos al descaro de querer convertir a otros, por qué visitan estas campañas pro-gay a los niños que en sus colegios son tan vulnerables y no tienen argumentos en defensa propia, por qué tanta confusión, son realmente felices, saben lo que es la felicidad, acaso la felicidad es sonreír y ya o ser el más chistoso de la fiesta, saben lo que es el respeto o lo confunden con miedo, se toman tiempo para analizar su situación o prefieren andar dopados y supuestamente inmunes a lo que la sociedad les rebate?, cada persona es distinta, pero quienes han encontrado en Dios la fuerza necesaria han salido de este gran problema sin importar quiénes sean, vamos a ver por qué se nos convierte en un serio problema, y lo siento pero tendremos que mencionar el pecado, seremos felices en la medida que en que cumplamos los mandatos del Señor, la Iglesia no quiere limitar al mundo ni cohibirlo, al contrario, queremos que el mundo tenga una vida plena como el mismo Jesús lo dijo (Jn, 10:10). 

La homosexualidad es desorden y el desorden viene del diablo, en esto tengo que ser muy claro, según la teología (inmune de toda mancha) y la doctrina de la Iglesia, la demonología (por parte de demonólogos adheridos a la sana doctrina católica) la tradición y la psicología de la tentación, Dios mismo es el orden en su máxima expresión, lo manifestó desde de la mismísima creación, pero tiene un contrario, las acciones que Dios le permite al diablo pretenden desordenar precisamente esa creación, en el satanismo vemos cómo el diablo quiere confundir a la gente haciendo lo mismo que hace la Iglesia Católica pero al revés, el diablo es el único que pone en posición contraria la cruz de Jesús como vil señal de esto (pero sucede porque el Señor se lo permite, tengamos claro esto) aunque el diablo tiene miles de tácticas más para distraer la atención, en las tentaciones que nos relatan la Biblia y la tradición de los Santos vemos cómo "este" pone en duda todo lo que es del Creador, toma una doctrina correcta y ordenada y la desordena para confundir a la persona (lo vemos con nuestros hermanos protestantes) eso indica que hay una verdad y un camino verdadero y Dios le permite al diablo poner a prueba a la persona a través de la tentación, el problema es que para el ignorante la tentación será un manjar, el siempre fin de Dios es que la persona supere la prueba y crezca haciéndose más fuerte, la intención del diablo es otra, hasta al mismo Jesús tentó (Mc 4, 1:11) pero no pudo hacerle caer porque Él era único y quiere unirse a nosotros para vencer en nosotros mismos a aquel que nos quiere ver sufrir. 

Hay más sobre el orden de Dios, el universo es un ejemplo claro pero tenemos otros ejemplos más cercanos, al ver nuestros cuerpos encontramos claras diferencias de género (no deberíamos luchar con las armas del machismo o el feminismo) y vamos descubriendo ciertas funciones que Dios ha querido para estos espléndidos "vehículos", cabe aclarar que la Iglesia bíblicamente nos ha enseñado que también hay otras misiones muy especiales (vocaciones) y concretas para quienes no están llamados a reproducir la especie humana y esto nos exige (y qué bueno que es así) una estricta vida de pureza y castidad, nadie nos ha educado correctamente en nuestra forma de vivir la sexualidad, nadie nos ha hablado de castidad, nadie nos ha hablado de pureza, es cierto, pero sí lo hacen los medios que pretenden "educarnos" a través de atractivas propuestas, es normal que estemos confundidos pero la respuesta existe, la hay, es la Iglesia Católica la que custodia este y todos los tesoros de la humanidad, hemos fallado al no transmitirlos al mundo con entero cuidado, el diablo utilizando a muchas personas como viles peones, los manipula a tal punto que ellos se encargan de guiar a otros hacia el error, la sensualidad del mundo destruye las almas que fueron hechas para la santificación, quien se de cuenta "a conciencia" de que existe la castidad debe intuir si hace buen uso de su solo sentido común, que hay alguien en contra de la castidad, Dios siempre nos permitirá elegir entre el buen camino y el mal camino, este último tendrá muchas veces apariencia de bueno (2Cor 11:14), uno corresponde al orden de Dios y el otro por supuesto es desordenado y confuso y le corresponde al otro, hasta aquí respecto al orden, vayamos a algunos argumentos básicos.

Tenemos una conciencia que nos guía, dice el Catecismo de la Santa Iglesia Católica: 

1776 “En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal [...]. El hombre tiene una ley inscrita por Dios en su corazón [...]. La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella” (GS 16).

1777 Presente en el corazón de la persona, la conciencia moral (cf Rm 2, 14-16) le ordena, en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga también las opciones concretas aprobando las que son buenas y denunciando las que son malas (cf Rm 1, 32). Atestigua la autoridad de la verdad con referencia al Bien supremo por el cual la persona humana se siente atraída y cuyos mandamientos acoge. El hombre prudente, cuando escucha la conciencia moral, puede oír a Dios que le habla.

Cada uno resolverá si ha "sentido o escuchado" una voz que le guía pero que no le resulta tan clara como espera, nos pasa a los seres humanos que esperamos señales claras de Dios en las cuales se abra el cielo y baje un ángel a decirnos: "Por ahí no hijo, haz esto, haz lo otro" y queridos hermanos, eso difícilmente sucederá, no es el lenguaje común de Dios, una vez sumergidos en sus caminos verán su particular modo de hablar y de actuar en sus vidas, debo añadir que la conciencia requiere algo de formación y de guía por parte de otros más capacitados, en efecto no son muchos los capacitados aunque algunos se proclamen expertos directores de almas, son todos temas tan profundos y complejos que este post es sólo una invitación más a recapacitar, si supiéramos el amor que Dios tiene por cada uno de nosotros moriríamos al instante, para mis queridos hermanos y hermanas homosexuales es este mensaje, no dejen que la soberbia les gane la batalla, hay cosas que nos resultan duras pero que al final son ciertas, mi intención es verlos en el Paraíso junto con Dios, disfrutando de sus promesas como Él lo ha dispuesto para ustedes desde siempre, mi idea no es imponer mi pensamiento, que ni siquiera es muy mío, es el de la Iglesia.

Los Católicos no tenemos que obligarlos a nada, sí los invitamos a recapacitar y a tomar serias decisiones (y de hecho constantemente Dios nos invita a todos sus fieles a hacerlo pues mucho hay por combatir de nuestra miseria a quienes pretendemos seguir a Dios de todo corazón):

1782 El hombre tiene el derecho de actuar en conciencia y en libertad a fin de tomar personalmente las decisiones morales. “No debe ser obligado a actuar contra su conciencia. Ni se le debe impedir que actúe según su conciencia, sobre todo en materia religiosa” (DH 3)

A esto nos enfrentamos específicamente, ¿a cuántos de nosotros nos formaron en el hogar al respecto?:

1783 Hay que formar la conciencia, y esclarecer el juicio moral. Una conciencia bien formada es recta y veraz. Formula sus juicios según la razón, conforme al bien verdadero querido por la sabiduría del Creador. La educación de la conciencia es indispensable a seres humanos sometidos a influencias negativas y tentados por el pecado a preferir su propio juicio y a rechazar las enseñanzas autorizadas.

Al diablo no le gusta la autoridad ni la obediencia, y a todos nos empuja a ir en contra de la autoridad, y la autoridad es la Iglesia Católica aunque muchos digan lo contrario, esta no es una autoridad imponente, sí clara, sí radical cuando debe ser pero también paternal y amorosa como fue constituida, pasa que el buen padre al preocuparse por sus hijos de corazón, les aprieta y les abraza cuando considera correcto, perdonen nuestros errores al respecto, también estamos aprendiendo a corregir con amor como el mismo Cristo nos enseñó.

1784 La educación de la conciencia es una tarea de toda la vida. Desde los primeros años despierta al niño al conocimiento y la práctica de la ley interior reconocida por la conciencia moral. Una educación prudente enseña la virtud; preserva o sana del miedo, del egoísmo y del orgullo, de los insanos sentimientos de culpabilidad y de los movimientos de complacencia, nacidos de la debilidad y de las faltas humanas. La educación de la conciencia garantiza la libertad y engendra la paz del corazón.

Las pruebas que enfrentamos:

1787 El hombre se ve a veces enfrentado con situaciones que hacen el juicio moral menos seguro, y la decisión difícil. Pero debe buscar siempre lo que es justo y bueno y discernir la voluntad de Dios expresada en la ley divina.

Lo que hacen muchos de estos promotores de la homosexualidad y la supuesta libertad sexual:

1789 La caridad debe actuar siempre con respeto hacia el prójimo y hacia su conciencia: “Pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia..., pecáis contra Cristo” (1 Co 8,12). “Lo bueno es [...] no hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad” (Rm14, 21).

Esto es serio hermanos y hermanas, cosas que no dicen los activistas de la homosexualidad:

1790 La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia. Si obrase deliberadamente contra este último, se condenaría a sí mismo. Pero sucede que la conciencia moral puede estar afectada por la ignorancia y puede formar juicios erróneos sobre actos proyectados o ya cometidos.

1791 Esta ignorancia puede con frecuencia ser imputada a la responsabilidad personal. Así sucede “cuando el hombre no se preocupa de buscar la verdad y el bien y, poco a poco, por el hábito del pecado, la conciencia se queda casi ciega” (GS 16). En estos casos, la persona es culpable del mal que comete.

¿Cuántos de ustedes viven esto?:

1792 El desconocimiento de Cristo y de su Evangelio, los malos ejemplos recibidos de otros, la servidumbre de las pasiones, la pretensión de una mal entendida autonomía de la conciencia, el rechazo de la autoridad de la Iglesia y de su enseñanza, la falta de conversión y de caridad pueden conducir a desviaciones del juicio en la conducta moral.


DIOS NOS CREÓ HOMBRE Y MUJER 

369 El hombre y la mujer son creados, es decir, son queridos por Dios: por una parte, en una perfecta igualdad en tanto que personas humanas, y por otra, en su ser respectivo de hombre y de mujer. "Ser hombre", "ser mujer" es una realidad buena y querida por Dios: el hombre y la mujer tienen una dignidad que nunca se pierde, que viene inmediatamente de Dios su creador (cf. Gn2,7.22). El hombre y la mujer son, con la misma dignidad, "imagen de Dios". En su "ser-hombre" y su "ser-mujer" reflejan la sabiduría y la bondad del Creador.

371 Creados a la vez, el hombre y la mujer son queridos por Dios el uno para el otro. La Palabra de Dios nos lo hace entender mediante diversos acentos del texto sagrado. "No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada" (Gn 2,18). Ninguno de los animales es "ayuda adecuada" para el hombre (Gn 2,19-20). La mujer, que Dios "forma" de la costilla del hombre y presenta a éste, despierta en él un grito de admiración, una exclamación de amor y de comunión: "Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne" (Gn 2,23). El hombre descubre en la mujer como un otro "yo", de la misma humanidad.

Este es el orden de Dios en "muy pocas palabras", duden de todo lo que los invite a la impureza, a la promiscuidad, a la morbosidad, a la supuesta liberación y al supuesto derecho a la libertad y la expresión, duden, "no coman cuento" como dicen en mi país, busquen con ánimo la verdad, en un principio entender todo esto no es fácil pero así empezamos todos, por no entender nada, Dios nos ayudará porque Él es el más interesado en que comprendamos lo que nos conviene comprender. 

Para más información ingresen a: http://www.vatican.va/archive/index_sp.htm 



Dios los bendiga y la Virgen María los acompañe siempre.

"SIN PROFUNDIZAR MUCHO" : SEXUALIDAD Y PUREZA


Fuente: www.corazonpuro.org
Santa María Goretti


La Segunda Virginidad

¿Convertirte en una virgen de nuevo? ¡Eso es imposible! ¡Pues no lo es!. Una vez un hombre le hizo una pregunta similar a Jesús: “¿Cómo puede un hombre viejo volver al vientre de su madre y nacer de nuevo?” (Juan 3:4) Jesús le respondió hablando de un segundo nacimiento espiritual. Los seres humanos sólo pueden procrear vida humana, sólo el Espíritu Santo puede crear una nueva vida espiritual (Juan 3:6). En un sentido físico, si tú has tenido relaciones sexuales, no eres virgen. Al igual que el hombre viejo no puede nacer del vientre de su madre, porque eso sólo puede ocurrir una vez, una vez que cometió el acto sexual no se puede volver atrás. Sin embargo, en el sentido espiritual, hay una promesa de empezar de nuevo.

El Señor dice: “yo hago todo nuevo” (Apocalipsis 21:5). ¡Dios es un experto en dar segundas oportunidades! Si tú perdiste tu virginidad, hoy Dios quiere darte una segunda oportunidad y transformarte en una persona nueva. Él quiere darte la gracia de “ser un hombre nuevo, creado según Dios en la santidad” (Efesios 4:24)

Bueno, pues… ya sucedió. ¿Qué puedo hacer de ahora en adelante?. Esa es la certeza de la 1 de Juan 1:9: si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad. Esta es la hermosa realidad (Jeremías 31:34) de que Dios promete olvidar tus pecados para siempre.

El Señor te llama a ser una criatura nueva a través del arrepentimiento en el sacramento de la Confesión. Al convertirte en una nueva criatura ¡¡puedes recuperar algo que has perdido!! Y recuerda pedirle al Señor que te conceda la gracia de perdonarte a ti mismo(a) de una vez por todas. Tu cambio espiritual no destruye el pasado, los recuerdos permanecen y las personas de tu pasado siempre te recordarán quien “eras.” Has de tener en cuenta la nueva persona en que te has convertido en Cristo y no dejar que el diablo te acuse de pecados ya perdonados. Recuerda, ¡EL DIABLO no tiene poder sobre ti! Verás que a través de tu testimonio mucha gente de tu pasado, verá la luz de Cristo y realmente sabrá cómo Dios perdona y renueva.

Una segunda oportunidad significa que no hay limitaciones a lo que puedes ser gracias a que ya no estás en pecado. El Dios que hizo el mundo de la nada te hará una nueva creatura, te sacará del polvo y tu belleza verdadera brillará. No me mal interpretes, ¡no va a ser fácil! En mi propio testimonio y en mi caminar he tenido muchos retos y cuando miro a mi pasado y recuerdo las mujeres con quienes estuve íntimamente, me doy cuenta que en realidad estaba en una prisión. Yo sabía que estaba traicionando a mi Señor, hasta que un día decidí que “¡era suficiente!”. Yo quería la verdad y me puse a buscarla hasta que la encontré (Lucas 15:24).

Tú conoces tu vida personal mejor que cualquier otra persona; Si estás buscando una segunda oportunidad a la virginidad no dejes que el miedo, la culpa y la vergüenza pesen más que tu deseo de encontrar la libertad de la castidad. Pídele al Señor la gracia de comenzar de nuevo, Él te restaurará con su don de aliento y vida.

“Yo hago todo nuevo.” Apocalipsis 21:5





Homosexualidad


El otro día, una pareja de lesbianas vino a hablar conmigo. Ellas no habían ido a la Iglesia en 10 años y me hicieron una pregunta: “¿Qué quiere Dios que hagamos?” Yo estaba asombrado al ver su valentía. Eran dos mujeres jóvenes que tenían una buena relación, pero ambas reconocían la inmensa necesidad de Dios en sus vidas. Según su historia, me di cuenta que las dos habían sido gravemente heridas: una fue violada por un primo cuando era joven, y la otra había sido usada y abusada sexualmente por todos los novios que había tenido. El amor que nunca encontraron ni siquiera en su familia lo encontraron en su relación. Mi corazón se compadeció.

Esto fue lo que les dije: -Admiro su valentía para hacer estas preguntas.

-Les di las gracias por ser honestas y compartir conmigo lo que sentían en su Corazón; una sed profunda del amor de Dios como todos nosotros.

-Las mire a los ojos y les dije que la Iglesia reconoce el dolor que han vivido (se pusieron a llorar) y les dije que tenía la esperanza de que ellas se pudieran sentir bienvenidas y amadas en la Iglesia.

Entonces, les dije que hay una diferencia entre tendencias homosexuales, actos homosexuales y ser homosexual.

Una tendencia o tentación homosexual es cuando una persona tiene pensamientos, sueños o atracciones hacia una persona del mismo sexo.
El acto homosexual es entrar en una relación sexual con una persona del mismo sexo.
El SER homosexual es actuar sobre las tendencias homosexuales y vivirlas abiertamente en sociedad.
Una tendencia física o emocional es algo que nos pasa a muchos a solas, no son pecados. Las personas sienten deseos o atracciones de toda clase; algunos son buenos y otros son malos. El problema de hoy en día es que mucha gente relaciona amor con sexo.

El Evangelio de Marcos dice “Amarás al Señor tu Dios con todo tu Corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.” El segundo es este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay mandamiento mayor que estos (Marcos 12,30-31) La atracción, la emoción, o el “amor ciego”, no son excusas para no saber qué es lo correcto y qué no. Las preguntas que nos debemos hacer son: ¿Mis acciones respetan mi dignidad? ¿Qué diría Dios si me estuviese mirando? (vean Gen 19:1-29; 12:4-27; 1-Cor. 6:10; 1-Tim. 1:10)

Durante la adolescencia, muchos jóvenes empiezan a sentir deseos y pensamientos “raros” o a veces, tienen sueños “fuera de lo normal” y no saben cómo interpretarlos. Algunos adolescentes piensan que son “gay” porque tuvieron un solo sueño homosexual. Lo que todos tenemos que tener en cuenta es la cantidad de cambios a los que se somete el cuerpo humano durante la juventud. Nuestro organismo está cambiando a un nivel biológico, psicológico y hasta físico. La cantidad de hormonas que surgen a través del cerebro de un joven son suficientes para poner imágenes en la mente (esto sin tener en cuenta al tentador) si saben lo que quiero decir. Un acto homosexual es ACTUAR o HACER algo basado en estas tentaciones. Esto no está correcto porque todos somos llamados a vivir una vida casta, lo cual se cumple siendo puros de acuerdo a nuestra vocación o estado de vida. Por lo tanto, los deseos y las tendencias homosexuales no son pecaminosos pero si son desordenados, y los actos homosexuales sí son pecaminosos. Ser “gay” es diferente porque es un estilo de vida (que lleva al pecado).

Si alguien dice que es “gay” es porque ellos han adoptado estas tendencias y actos como una forma de vivir y muchos sienten que la sociedad debe aceptarlo.

Muchos casos, especialmente si la práctica de actos homosexuales no se ha enraizado, pueden ser resueltos positivamente con una terapia apropiada. En cualquier caso, las personas en estas condiciones deben ser acogidas con respeto, dignidad y delicadeza, evitando discriminarles injustamente. Los padres, por su parte, cuando advierten en sus hijos, en edad infantil o en la adolescencia, alguna manifestación de dicha tendencia o de tales comportamientos, deben buscar la ayuda de personas expertas y calificadas para proporcionarle todo el apoyo posible.

Para la mayoría de las personas con tendencias homosexuales, tal condición constituye una prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición (prueba). Las personas homosexuales están llamadas a la castidad.





Masturbación

¿Quién está en control, tú o tu deseo sexual? ¿Vas a dejar que tus deseos sexuales te mantengan esclavo, atrapado y debilitado por sus deseos egoístas? Es tiempo de hacerse cargo y no ser controlado por los impulsos egoístas del mundo. Una de las principales luchas sexuales hoy en día es la masturbación -¡sí, lo dije! Es hora de enfrentar la verdad de este adictivo hábito tan desordenado que ha sido una fuente de vergüenza para muchos y sobre el cual se nos ha mentido.

Muchos de nuestros adolescentes de hoy luchan con la masturbación y son adictos a ella debido a otras adicciones no saludables, como la pornografía. Por desgracia, muchos no se dan cuenta de las consecuencias que esta acción egoísta puede causar y creen que no es dañina porque “no está haciendo daño a nadie” y los medios los invitan constantemente a hacerlo. En realidad, la masturbación es auto-destructiva. Uno nunca va a consumir algo que es tóxico a sabiendas de que lo es, pero la masturbación es así: tóxica; este mal hábito también destruye la santidad del plan original de Dios para nuestra sexualidad.

La masturbación es la estimulación “deliberada de los órganos genitales a fin de obtener placer sexual” (CEC 2352). Bien, ¿cuál es el problema con eso? La cuestión es que la masturbación nos lleva por un camino de lujuria y egoísmo. La masturbación lo entrena a uno a ser egoísta, ya que “satisface” un placer desordenado que se orienta hacia el "yo" y no hacia el otro.

Dios creó el sexo para dos fines: la procreación y la unión, sin embargo, la masturbación no alcanza ninguno de los dos. En vez de eso, la masturbación nos enseña que hay que satisfacer nuestras propias inclinaciones lujuriosas cada vez que surge el deseo. Nuestros cuerpos no se deben utilizar como un objeto de placer. Una persona que tiene el mal hábito de masturbarse hace de su cuerpo un objeto. El cuerpo fue creado para usarlo como un don que debe ser atesorado y preservado para su propósito original.

El amor es un regalo y la pureza nos enseña a darnos a los demás. En cambio, la masturbación nos enseña a quitar y a usar a los demás. La masturbación interfiere con la intención original del Creador, que es amar a otro. Entregarse totalmente a sí mismo en el sacramento del Matrimonio (si es la vocación); la masturbación en cambio nos engaña al hacernos creer que puede “resolver” cualquier impulso sexual. ¿Cómo puede alguien dar el regalo de amor a otra persona si ese alguien es adicto a la ‘satisfacción de sí mismo’? La consecuencia de la masturbación es que se convierte en un obstáculo en el amor pleno al cónyuge y lo más probable es que obstruya la relación de los esposos. Este acto puede llevar a que una persona, que está casada, use a su cónyuge para satisfacer sus deseos sexuales egoístas en lugar de darse completamente a su cónyuge en este acto de total amor (si la entrega no es completa no hay entrega) para ser plenamente uno. El sexo para un hombre y una mujer está destinado a ser consumado en su matrimonio como signo de su amor mutuo.

A pesar de que los pecados sexuales son muy tentadores, la gracia amorosa de Dios es más fuerte. Dios te ha elegido para completar Su obra y como con cualquier otro pecado, Dios te perdona. El pecado de la masturbación puede ser superado con la oración constante, paciencia, penitencia, determinación, ayuno, dirección espiritual y sobre todo CON LOS SACRAMENTOS. No hay nada imposible para nuestro Dios (Lucas 1:37). La libertad que vendrá al final de esta lucha es alcanzable, pues la verdadera libertad sexual viene de un estilo de vida de castidad e integridad sexual.

¿Estás buscando más razones?

“Pero cada uno es tentado, por su propia concupiscencia, es atraído y seducido. Luego, tras el deseo ser concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz a la muerte.” Santiago 1:14-15

“El pecado no debe reinar en sus cuerpos mortales para que puedan obedecer a sus deseos. Y no presenten las partes de su cuerpo al pecado como armas de iniquidad, sino preséntense a sí mismos a Dios como resucitados a la vida de entre los muertos y presenten las partes de sus cuerpos a Dios como armas de justicia.” Romanos 6:12-13




Sexo Oral

Muchos no saben que el sexo oral es siempre un tipo de sexo. El sexo oral se ha convertido en una alternativa muy popular porque no existe el riesgo de embarazo pero sí el hecho de que la gente se crea “segura”. Muchas mujeres creen que después del sexo oral, mantienen su virginidad. ESAS MENTIRAS tienen que ser sacadas a la luz.

Físicamente hablando, el sexo oral no es “seguro” porque la persona siempre puede contraer una enfermedad sexual después de la relación. Muchas enfermedades como el Virus Papiloma Humana (VPH), la Sífilis, la Gonorrea, el Herpes Genital y la Clamidia se pueden contraer a través del contacto físico. Investigaciones recientes indican que el VPH transmitido a través del sexo oral puede causar muchos tipos de cáncer en la garganta y que el aumento de los cánceres en la garganta incrementa en número dependiendo de las parejas sexuales orales. 

Aunque una muchacha después del sexo oral permanece virgen, biológicamente hablando; la virginidad no es algo solamente físico, sino algo emocional y sobre todo espiritual. Cualquier acto de sexualidad es un acto de “darse a otra persona”. Por eso, el sexo oral es realmente un acto de sexo porque la persona se da a otra y no permanece “virgen”. Una persona que desea valorar su virginidad debe reservar TODO acto sexual para su futuro/a esposo/a.

Por lo tanto, el sexo oral no es solamente peligroso sino también un acto egoísta. En el acto sexual creado por Dios, una persona se da a su esposo y a la vez recibe a su esposo. Ese simplemente no es el caso con el sexo oral. Como dice Jason Everett “Si pones tus órganos sexuales en la boca de tu novia/o para expresarle cuanto la amas, quizá le estás expresando lo que sientes verdaderamente por ella.” El sexo oral es como decir “Yo quiero que me hagas sentir placer, pero no quiero nada más de ti.” El sexo oral es abusar de tu compañero/a para la auto-satisfacción.

Eviten practicar todo aquello que enseña la pornografía, si miramos con más profundidad, la manera como vivamos la sexualidad con nuestra pareja tendrá serias repercusiones para los futuros bebés, nuestros amados hijos, y piensen: "Si la pornografía no viene de Dios, entonces ¿quién los está "educando" para vivir la sexualidad, algo que es tan personal y vital para sus vidas?"

“No se engañen: Nadie se burla de Dios. Cada uno cosechará lo que haya sembrado, porque el que siembra para su carne segará corrupción de la carne, pero el que siembra para el Espíritu segará vida eterna del Espíritu.” Gálatas 6:7-8


Dios los bendiga.

"DEJÉMONOS DE VAINAS" : PUDOR Y CASTIDAD


Fuente: www.corazonpuro.org
Imágenes sin fuente fueron modificadas por el autor de este blog


PUDOR,
ESPECIALMENTE PARA LAS MUJERES

"La pureza exige el pudor, que preserva la intimidad de la persona." CEC (2521-2522).

“Las mujeres deben adornarse con modestia y prudencia.” 1 Timoteo 2:9

La verdadera belleza empieza en el interior y es expresada en el exterior. Una mujer hermosa permite que otro la aprecie sin reservas, ni temor de que será un objeto de deseo, sino una perla de gran valor a los ojos de quien la contempla.

Nuestra cultura altamente sexualizada está tratando de desechar la dignidad de la mujer, poniendo demasiado valor en tener un cuerpo perfecto para ser usado para obtener la aprobación, la atención y el “amor” que las mujeres anhelan de un hombre. La mujer es acosada constantemente con mensajes de muñecas Barbie semi-desnudas, celebridades que se visten sin pudor y con súper modelos que confunden verse hermosa con verse “sexy.” Los comerciales de cerveza, revistas para hombres y otros medios de comunicación muestran a las mujeres como un objeto de placer, lujuria y entretenimiento; sin mencionar cómo la pornografía está dañando nuestra manera de pensar con respecto a la sexualidad, el cuerpo y el amor. ¿Es todo esto verdadera belleza? ¿Es esto todo lo que podemos esperar? ¿Es esto respetarse a sí misma?


Jesús, en cambio, tiene un mensaje diferente para la mujer: Tú has sido formada de manera admirable (Salmo 139:14), eres preciosa ante mis ojos (Isaías 43:3-4), eres mi tesoro (Éxodo 19:5) y te amo con amor eterno (Jeremías 31:3). Como tú eres una hija amada del Rey de reyes, no necesitas confiar en tu belleza exterior para ser apreciada y valorada por un hombre. ¡Tú no estás a la venta, pues ya has sido comprada a precio de sangre (1 Corintios 6:20)! Cuando descubres quién eres en Cristo, tu autoestima y confianza en ti misma se basan es en tu identidad en Cristo y la belleza de tu condición de mujer se realza. Recuerda que mereces que te traten como una princesa, ¡porque realmente lo eres!

Hija, recuerda que somos centinelas de la santidad de nuestros hermanos. Como cristianas católicas, estamos llamadas a atraer a los hombres a la santidad con nuestra manera de vestir, con la forma en que nos tratamos con ellos y en la manera en que nos comportamos. Al ir de compras, pregúntate a ti misma: ¿esta prenda de vestir llevará a un hombre a la lujuria o a la pureza? Recuerda: una prenda de vestir sin pudor lleva a que un hombre se limite a ver tu cuerpo, pero lo distrae de verte como una persona. En otras palabras, cuando una mujer se viste deliberadamente provocativa creará una reacción sexual en el hombre y puede que ella también lleve al hombre a ver su cuerpo como un objeto de placer. ¡Una mujer merece ser vista como una dama no como un objeto! Ten en cuenta que la manera en que te vistes tiene el potencial de moldear a un caballero o una bestia. A veces una mujer dice “¡Qué linda me veo con este traje!” y en cambio un hombre puede pensar “Ella se viste así porque lo que quiere es tener sexo.”

El hombre por naturaleza es provocado visualmente, entonces vestir con modestia es la clave para ayudar a nuestros hermanos a mantenerse puros. Si queremos ayudar a nuestros hermanos a crecer en santidad, la modestia los salvará de pensamientos lujuriosos, de la culpa y la vergüenza que vienen como consecuencias del pecado. Como puedes ver, la modestia es vital si deseas vivir en castidad e integridad sexual.

Entonces ¿qué significa la palabra “modestia”? “La modestia designa el rechazo a mostrar lo que debe permanecer velado. Está ordenada a la castidad, ordena las miradas y los gestos en conformidad con la dignidad de las personas” sin embargo, la decencia no es “Estoy escondiendo algo,” sino “Tengo algo que vale la pena guardar.” La modestia conduce a una mujer a redescubrir su dignidad y la santidad de su cuerpo; una mujer que se viste modestamente muestra que se respeta a sí misma. ¡Mira! Si no te vistes de una manera que exige el respeto que mereces de un hombre, él no te va a respetar. Si quieres un príncipe, debes vestirte como una princesa. La modestia impide que la mujer sea tratada como un objeto de placer sexual.


¡La modestia no significa que tienes que vestir de una manera anticuada o fuera de estilo! Más bien, significa vestir de una manera femenina que realza tu dignidad y tu belleza natural. Hay muchísimas maneras de vestirse con modestia y con estilo.

Pudor desde la psicología y la ciencia

La modestia no es sólo la manera en como te vistes. También es como caminas, como te sientas, la manera en como miras a los hombres y la manera en como interactúas con ellos y como hablas acerca de los hombres. Pregúntate a ti misma “¿La Virgen María caminaría así/ se sentaría así/ hablaría así? Entonces, hija: la próxima vez que elijas lo que vas a vestir, pregúntale a la Virgen María, pues ella es el mejor ejemplo de lo que significa ser mujer y ella te va a llevar a vestirte como la mujer de Dios que estás llamada a ser.

“Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Más le valdría que le ataran al cuello una piedra y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.” Lucas 17:1-2



Dios las bendiga.