miércoles, 24 de julio de 2013

"PURE FASHION Y LA OPCIÓN V" SOBRE MODESTIA AL VESTIR








PREGUNTA: Hola amigos de La Opción V, ¡necesito ayudaaa! ¿Por qué es tan importante ser modestas a la hora de vestirnos? Es sabido que los jóvenes, en especial las chicas, tendemos a vestir de manera llamativa y una razón (no la única) es: la inseguridad acerca de nuestro aspecto físico. Yo tengo una amiga muy querida, ella es como mi hermana menor. Siempre ando “aconsejándola” porque viste de manera muy llamativa, prendas ceñidas y muy cortas, casi siempre mostrando el ombligo, pantalones muy ajustados… siendo católica, ha llegado a decirnos a mí y a mi novio que somos protestantes encubiertos, jaja. Sólo quisiera que nos hablen de la importancia de la modestia en una chica al vestir. No pretendo obligarla a nada, sólo quiero darle razones y argumentos del por qué no es aconsejable esa clase de vestimenta aunque esté “de moda”. Quiero ayudarla porque veo que ella es demasiado insegura, tiene una muy mala imagen de sí misma, de su aspecto físico y cualidades (no entiendo por qué) y pienso que debido a eso ella prefiere llamar la atención con su cuerpo. ¡Gracias de antemano!
RESPUESTA: Tu pregunta toca un punto muy importante en lo que se refiere a la vivencia de la castidad, y es algo en lo que las mujeres tenemos una particular responsabilidad: el pudor o modestia en el vestir.
Actualmente la moda femenina busca ser sensual, provocativa, seductora. La modestia o el pudor no son considerados como un criterio a la hora de diseñar o elegir la ropa, al contrario, son rechazados como algo completamente anticuado, “pasado de moda”, “aburrido”.
También en los colegios o escuelas suele pasar desapercibida la educación en la modestia o el pudor. Incluso muchos padres, específicamente madres, se “acomodan” a lo que está de moda para permitir o incluso vestir a sus propias hijas “según lo que está de moda”.
Las mismas jóvenes, que son fácilmente influenciadas por la moda y por el “qué dirán” de sus amigas, presionan a sus padres para poder vestirse “a la moda” ya sea para “encajar en el grupo”, para llamar la atención de los chicos o para no ser objeto de burla de sus amigas. En medio de un ambiente cargado de superficialidad y sensualidad, en el que razones de mercado imponen cada temporada estilos y modas “de vanguardia”, pocos son los padres que se atreven a educar a sus hijas en el pudor y la modestia, dándoles razones y criterios fundamentales para que aprendan ellas mismas a escoger la ropa que van a vestir sin tener que exponer tanto a la vista de los demás.
Pero para comprender la importancia del pudor y de la modestia, es importante entender de qué se trata. En otras palabras: ¿Qué es la modestia? ¿Qué es el pudor? ¿Es lo mismo?
Por definición, la modestia es una “virtud que ordena la apariencia externa de la persona”. También ordena y modera no solo la vestimenta, sino el comportamiento en general. La modestia se debe vivir también en los movimientos del cuerpo y en las miradas. Muchas mujeres usan el lenguaje del cuerpo para seducir a los hombres. Tu lenguaje corporal, tus posturas, tus movimientos, pueden despertar muchas cosas en los hombres. De nada sirve que vistas apropiadamente si tu comportamiento no es modesto. La modestia se debe notar en cómo juegas, bailas, caminas, hablas.Ciertos contoneos o bailes, como el “perreo”, de entrada son inmodestos. Si vas a una discoteca o estás en una fiesta no te dejes llevar porque tus amigos lo hacen o porque tienes miedo de que te cataloguen como “aburrida” o “anticuada”.
La modestia nos lleva a comportarnos dentro de ciertos límites para proteger nuestra propia intimidad y dignidadLa modestia manda un mensaje claro a los demás:  
Merezco respeto, porque me aprecio a mí misma. Valgo mucho y no tengo que estar llamando la atención de nadie con ropas ajustadas o diminutas, con miradas seductoras, poses sensuales, lenguaje sexualmente insinuante, palabras vulgares o gritos. Valgo por lo que soy y no por mi apariencia, y por eso no tengo por qué vestirme o comportarme según lo que dicta la moda para ser aceptada.
El pudor o recato, por su parte, es un sentimiento que lleva a la persona a ocultar lo que debe permanecer velado y que por lo mismo protege su intimidad.
Una mujer inteligente sabe que si quiere que un verdadero caballero entre en su vida, un verdadero hombre que la cuide y proteja, que esté dispuesto a luchar por ella y comprometerse con ella de por vida, debe vestirse y comportase como una dama. Los “machos” sólo buscan a las “hembras”. Sin modestia y sin pudor, para los hombres la mujer sólo es una “hembra” más, y solo vale para ellos por lo que muestra o por el placer que les proporciona. Las mujeres que al vestir dejan poco a la imaginación de los hombres nunca serán apreciadas por su corazón, sino por su físico.
La mujer que desprecia la modestia y el pudor en realidad se des-precia a sí misma, es decir, rebaja su valor y se ofrece a la mirada o al trato de los demás como una mercancía, y “a precio de oferta”. Sí, como un producto defectuoso o usado se “remata” a sí misma, porque a sus propios ojos no posee nada valioso en su interior y cree que la única manera de obtener un poco de valoración de los hombres es por su aspecto físico, mostrando “sus atributos” y ofreciéndose al mejor postor.
La mujer que aprecia la modestia se aprecia a sí misma y sabe lo que vale. No estamos hablando acá de soberbia, de “creerse superior a los demás”. NO. No se trata de creerte más de lo que eres, ¡pero tampoco menos!Tampoco se trata de creer algo distinto de lo que eres, sino de aceptarte tú misma tal y como eres: con tus defectos o imperfecciones, sí, pero también con tu grandeza y con tus virtudes, con todas las cosas buenas que tienes pero que quizá no ves porque toda tu vida te han dicho que “no vales nada”, que “eres una tonta”, que “todo lo haces mal”, que “eres una inútil”, o cosas semejantes que hacen que finalmente tú no te valores a ti misma, cuando ¡eso no es verdad!
Por eso, para poder ser modesta en primer lugar tienes que saber ser humilde. ¿Humilde? ¡Sí! ¡HUMILDE! Ser humilde no quiere decir “humillarte” a ti misma, rebajarte, sino aceptar la verdad de ti misma. Y lo primero que tienes que aceptar de ti misma es que ¡TÚ VALES MUCHíSIMO! ¿Y por qué? ¡PORQUE ERES HIJA AMADA DE DIOS! No importa lo que hayas hecho, tu pasado, tus errores… la humildad te ayuda no solo a pedir perdón, sino también a perdonarte a ti misma y a reconocer tu grandeza, tu valor, tu grandiosidad: ¡tú vales tanto que Dios mismo se hizo hombre por ti y dio por ti la vida en la Cruz! ¡Ese es tu valor! ¡El Señor te lo grita desde la Cruz! Una persona humilde, por ello, no se cree más que nadie, pero tampoco se desprecia a sí misma, no se cree poca cosa, inútil, “caso perdido”, y por eso no tiene por qué estar mendigando atención con sus formas de actuar o con su manera de vestir.
Ahora puedes entender por qué la pureza o castidad está muy ligada a la modestia y al pudor. Sólo una mujer que se valora justa y verdaderamente se respeta a sí misma y puede hacerse respetar: es capaz de decir NO y sabe protegerse y cuidarse a sí misma evitando provocar a otras personas con sus maneras y formas de vestir. De hecho, será muy difícil vivir la castidad y pedírsela a tu enamorado o novio (si lo tienes o cuando lo tengas) si tú no te ejercitas en la modestia y mantienes el pudor. La mujer que se aprecia a sí misma no necesita de ropa costosa o diminuta y apretada, tampoco necesita de escotes profundos o de maquillajes exagerados para demostrar que ella vale.
6 criterios para vivir la modestia y guardar el pudor
No dejes de tener en cuenta siempre estos criterios que te ayudarán mucho a cuidar tu castidad y pureza:
  1. ¡Tú no eres un maniquí! El maniquí no tiene personalidad, no tiene vida. Se viste con la ropa que otros/as le imponen. ¡Cuántas veces son “las amigas” las que terminan vistiendo a otra para ir a una fiesta! “Ponte esta falda corta, mientras más corta mejor, porque como tienes las piernas gruesas, mientras más corta la falda más largas parecen tus piernas…” etc. etc. ¡Vístete como te sientas más cómoda y segura de ti misma! ¡Vístete como una dama, para que seas tratada como una dama!
  2. Sé auténtica, descubre quién eres de verdad y vive de acuerdo a tu identidad más profunda. No busques aparentar quien no eres sólo por agradar a tus “amigos”, a tu familia o a tu pareja (enamorado, novio o esposo).
  3. Vístete para destacarte y no para rebajarte. ¡Escoge bien tus vestidos, guiándote por la modestia y el pudor! Si son demasiado cortos, o demasiado transparentes, o muestran mucho… es mejor que busques otra opción. Tu valor no se mide por cuántas miradas u hombres atraigas por la cantidad de piel que expones.
  4. ¡El calor no es pretexto para quitarse la mayor cantidad de tela posible! Hay vestidos frescos para el verano, no porque hace calor tienes que mostrar todo.
  5. Si no encajas quizá es tiempo de buscar un nuevo círculo de amigos y amigas que te valoren por lo que hay en tu corazón. No trates de ser aceptada en un círculo de amigas “movidas” para no ser calificada de “aburrida”. Recuerda que los amigos son como un ascensor: pueden elevarte o llevarte a lo más profundo del sótano. Elige amigos y amigas que te eleven, que te ayuden a ser mejor, y al mismo tiempo, ayúdalos tú a ser mejores, a elevarse cada día más.
  6. Nunca rebajes tus estándares por complacer a tu enamorado o novio. ¡Mantén tus estándares elevados contra viento y marea! El amor no puede ser excusa jamás para renunciar a la modestia y al pudor, para mostrar, permitir o entregar lo que no debes cuando NO ES EL MOMENTO. Exige ESPECIALMENTE de quien te ama o dice amarte un trato digno y respetuoso. ¡Ahhh, y no tengas miedo de decirle “no” cuando él se deje llevar o te pida algo más!
 Dra. Verónica Ortega, Colaboradora de La Opción V

DIOS LOS BENDIGA