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| Imagen por: miscosasdehoyydeayer.blogspot |
"Para vencer al mal, primero hay que reconocerle"
Alguna vez le surgieron pensamientos de envidia y rabia y fue desterrado del reino de los cielos, hoy se manifiesta sutilmente a nuestro alrededor para luego adentrarse en nuestras mentes y guiarnos hacia el pecado, es una audaz voz que se arrastra hasta donde se le permite, y claro que tiene límites, imaginen qué sería del mundo de no ser así, su misión más importante es llevar a las almas a su "incómoda morada" sus tácticas incontables, sus caminos destructores, el engaño y la mentira sus aliados, la desgracia su eternidad hasta que el mismo Dios decida lo contrario, no puede él hacer más que tentar y asustar de vez en cuando a quienes no se encuentran en la gracia de Dios, pues quienes cerca de Dios están, no tienen que temer.
El maligno nos muestra caminos fáciles y rápidos, nos desea adictos a sus placeres y mentiras, y nos despedirá siempre vacíos
El mundo nos dice que vinimos a disfrutar de los placeres de la vida y que todo estará bien, el entretenimiento en todos sus niveles transgrede nuestra confusión existencial, todos somos víctimas y pretende hacernos a todos esclavos, miles de estilos de vida aprobados y patrocinados por el ser humano, cuan equivocado está el mundo, líderes, reyes y reinas de papel ignoran que existe una única realidad, ley de Dios que algunos conocen más que otros, no tienen excusa quienes la ignoran pues seguramente ya habrán escuchado de ella, las tentaciones estarán siempre presentes y aunque complicadas, nos permitirán ratificar nuestra relación con Dios, fortaleciéndonos y llevándonos a su perfección como un buen día lo hizo Jesús, quien nos demostró que nada es imposible, que todos somos débiles pero que gracias al Señor podemos lograr su voluntad misma, situaciones que poco comprendemos en este momento pero debemos aceptarles con sencillez y obediencia, no estamos preparados para saber los motivos de esta creación, preocupémonos ahora por reconocer el mal y enfrentarle, vencerle y recompensar a un Dios que a pesar de los obstáculos nos muestra el camino y nos dio esta gran oportunidad, de vivir junto con él en la tan deseable eterna paz.
Pidamos al Espíritu Santo que nos permita comprender los caminos y la voluntad de Dios, Amén
