sábado, 30 de agosto de 2014

LOS CRÍMENES DE LA "ONU"

Imagen con firma de autor


Pederastia, violaciones, prostitución, genocidio, tráfico de drogas y la mayor corrupción mundial. ¡Eso es Naciones Unidas!
  • Señor Ban Ki-Moon: investigue a fondo los innumerables delitos de su organización, ponga a sus criminales a disposición de la Justicia y pida perdón por sus muchos crímenes.
Pedile explicaciones al secretario general de la ONU por sus casos de pederastia y violaciones en todo el mundo:
  • La ONU fue acusada de “violar niños” en Haití y Liberia. Las acusaciones de violaciones, pedofilia y prostitución se sucedieron en 2006. Según la BBC, “niños en Haití y Liberia han sido víctimas de casos de violación y prostitución por parte de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas que están en esos países” (1).
  • Existe un video en el que miembros de la ONU violan o intentan violar a un niño haitiano (2). “La Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos de Haití afirmó que el joven fue sodomizado dos veces, además de ser golpeado”.
  • Los cascos azules cometen abusos sexuales en Congo (3) en 2003.  
  • Miembros de la ONU son acusados de violaciones y abusos sexuales a niñas en Sudán, en 2005 (4).
  • Cuarenta alumnos del prestigioso colegio alemán Odenwald, de la UNESCO, denuncian abusos sexuales y prácticas sádicas contra los alumnos. Los profesores utilizaban a los niños como "sirvientes sexuales" durante los fines de semana. (5)
La agencia británica Reuters denuncia (6):
  • “El abuso sexual de niños por trabajadores humanitarios y fuerzas de paz es común”.
  • “Las acusaciones de abuso sexual por parte de fuerzas de paz de las Naciones Unidas y trabajadores humanitarios en todo el mundo han aumentado en los últimos años.”
  • “El estudio muestra un amplio rango de explotación y abuso: niños intercambiando sexo por comida, sexo forzado, abuso sexual verbal, prostitución infantil, pornografía infantil, esclavitud sexual, ataque sexual y tráfico de niños.”
  • “De los 38 grupos, 20 identificaron a las fuerzas de paz de la ONU como los posibles sospechosos [de abusos sexuales]”.
Reuters recoge el testimonio de “un muchacho de 14 años que trabaja en un campo de las fuerzas de paz en Costa de Marfil”. Este niño dice:
  • “Nos piden especialmente niñas de nuestra edad. Generalmente son entre ocho y 10 hombres que comparten a dos o tres niñas. Cuando sugiero una chica más grande, ellos dicen que quieren una niña pequeña”. (7)
Pero los delitos de Naciones Unidas no se limitan a la pederastia, las violaciones y la prostitución con niños. La ONU es también el territorio más corrupto del mundo. 
El programa “petróleo por alimentos” fue la tapadera para el inmenso enriquecimiento ilegal de la familia del secretario general de la ONU, Kofi Annan. Según las investigaciones publicadas por el periodista Eric Frattini en su libro ONU, Historia de la Corrupción,  “el programa terminó convirtiéndose en una orgía de corrupción, en la que las comisiones, mordidas y sobornos estaban a la orden del día y en la que (…)  funcionarios de Naciones Unidas (…) se embolsaron auténticas fortunas”. (7)
Los cascos azules recibieron en 1988 el premio Nobel de la Paz, dotado entonces con  dos millones de coronas noruegas. La ONU dijo que destinaría esa suma a ayudar a los familiares de cascos azules muertos. Nunca más se supo del dinero.
Si Kofi Annan es recordado por el “kofigate”, otros secretarios generales de la ONU no se quedan atrás. Al actual, Ban Ki-moon, se le ha relacionado siempre con la secta más peligrosa del mundo, según todos los expertos, la secta Moon.
Otro de sus antecesores, el austríaco Kurt Waldheim, ocupó la secretaría general a pesar de su oscuro pasado nazi. Waldheim firmó parte de una división paramilitar del Partido Nazi antes de la guerra mundial y durante en conflicto desarrolló una misión de oficial coordinador del ejército nazi en Grecia. La ocupación hitleriana de aquel país supuso una de las más sangrientas y se cometieron innumerables crímenes de guerra y contra la humanidad. Waldheim fue declarado persona no grata en varios países.
Sobre la ONU pende la sospecha de no haber querido evitar el genocidio de varios millones de personas en diferentes partes del globo, y la acusación de que nunca investiga a fondo los crímenes que comete, sus violaciones de niños en países del tercer mundo y también en colegios europeos, sus prácticas de prostitución, de violaciones y de corrupción y atropello a los derechos más elementales.
Y nunca se ha escuchado a sus secretarios generales pedir perdón por los muchos crímenes de su organización.
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(5) Abuso sexual en el colegio alemán Odenwald: En La Vanguardia - En InfoCatólica - En El País - En Periodista Digital

Fuente: Argentinosalerta.org 

LA "ONU" CONTRA LA IGLESIA CATÓLICA

El informe de un comité de derechos humanos de la ONU constituye un ataque ideológico apenas disimulado contra las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre el aborto, la anticoncepción y la homosexualidad -e incluso la naturaleza de la sexualidad humana- bajo el pretexto de una crítica a los escándalos de abusos sexuales.
El Comité de los Derechos del Niño de la ONU que redactó el informe ha abusado de sus atribuciones al solicitar cambios en la doctrina católica.
Ni este Comité ni ningún otro tienen atribución alguna para imponer a la Iglesia Católica o a cualquier otro organismo la promoción del aborto, la homosexualidad o la anticoncepción.
Sin embargo, el Comité de los Derechos del Niño, presidido por la noruega Kirsten Sandberg, dice que la Iglesia debe identificar las "circunstancias bajo las cuales se debe permitir el acceso a los servicios de aborto". También dijo que la Iglesia debe "superar todas las barreras y tabúes sobre la sexualidad adolescente que obstaculizan el acceso a la información sexual y reproductiva, incluida la planificación familiar y los anticonceptivos".
El Comité también atacó las enseñanzas de la Iglesia sobre complementariedad sexual entre hombre y mujer y sobre su igual dignidad.
Hipócritamente, bajo el pretexto de tratar de proteger a los niños contra el abuso sexual, el Comité promueve a) la destrucción de niños no nacidos mediante el aborto y b) ladestrucción de la inocencia de los niños nacidos a través de la promoción de la anticoncepción y la homosexualidad.
Concretamente, el Comité de Derechos del Niño dice estar preocupado por lo siguiente:
  • Las declaraciones sobre la homosexualidad de la Santa Sede contribuyen a la estigmatización de niños y adolescentes educados por parejas del mismo sexo.
  • Urge a la Iglesia a usar su autoridad moral para condenar la discriminación o la violencia contra los niños basados en su orientación sexual o la de sus padres.
  • Muestra su preocupación porque la Iglesia sigue haciendo énfasis en promover la complementariedad entre hombre y mujer y en la igualdad en dignidad "que no es lo mismo que la igualdad ante la ley".
  • Reclama que retire los libros de texto de las escuelas católicas en las que se eduque en estereotipos de género que puedan limitar a los niños y niñas su educación y desarrollo.
  • Muestra su preocupación por los adolescentes que se encuentran en los seminarios de la Legión de Cristo y de otras órdenes religiosas por estar aislados de sus familias y del mundo.
  • Urge que se investiguen las alegaciones de niños y adolescentes separados por sus familias por si pudieran ser manipulados psicológicamente y que la Iglesia se asegure que en tal caso, los manipuladores sean apartados de sus funciones.
  • Reclama que la Iglesia revise el canon 1398 relativo al aborto para que se tengan en cuenta las circunstancias. Consideran que en ocasiones se pone en riesgo la vida y la salud de las chicas embarazadas.
El Comité reclama también que la Santa Sede expulse a todos los sacerdotes sospechosos de pederastia y les ponga a disposición de la justicia. En rueda de prensa, su presidenta, Kirsten Sandberg señaló lo siguiente:
“La Santa Sede ha adoptado políticas y prácticas que han llevado a la continuación del abuso y a la impunidad de los perpetradores (…) Han puesto conscientemente la preservación de la reputación de la Iglesia y la protección de los perpetradores por encima de los mejores intereses de los niños”.

Hechos, no palabras
La ‘tarjeta amarilla’ de la ONU se produce además después de que la Santa Sede compareciera el pasado mes de enero ante la citada comisión de Naciones Unidas para explicar los asuntos de pederastia y la estrategia a seguir. Además, el papa Francisco formó el pasado mes de diciembre una comisión precisamente con el mismo objetivo: poner a disposición de la justicia civil los casos de pederastia.

No es nuevo. Benedicto XVI ya mostró públicamente la “vergüenza” de la Iglesia ante los casos de abusos a menores, pidió disculpas aún reconociendo que el daño podría ser irreparable y defendió que los culpables fueran puestos a disposición de la justicia civil. En diversas ocasiones Benedicto XVI señaló lo siguiente:

“Estoy profundamente consternado por el sufrimiento de jóvenes indefensos (…) Comparto el sentimiento de desazón y de traición de muchas victimas ante estos actos pecaminosos y el modo en que fueron afrontados por las autoridades de la Iglesia (…) ha habido una inadecuada respuesta a las víctimas (…) Han traicionado la confianza de jóvenes y sus familias (…) Han causado un inmenso daño a las víctimas, a la Iglesia y a la percepción pública del sacerdocio y de la vida religiosa. (…) Deberán responder ante Dios Todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituídos.
Hechos, no palabras: la política de tolerancia cero de Benedicto XVI frente a los clérigos que abusaron de menores y que fueron encubiertos por autoridades eclesiásticas provocó la renuncia de varias decenas de Obispos en distintas partes del mundo, muchos de los cuales se habían limitado a cambiar de parroquia a los clérigos pederastas, sin suspenderlos de sus funciones. Benedicto XVI destituyó también a 400 curas pederastas.
El compromiso de la Iglesia contra la pederastia es claro. ¿Por qué esa agresividad cuando la Iglesia ha tomado cartas en el asunto?, ¿por qué no dirigen la misma beligerancia hacia los acosos sexuales de los cascos azules o de los colegios de la UNESCO?

Fuente: Argentinosalerta.org 

TESTIMONIO: HIJA DE HOMOSEXUAL

Imagen por: ACIprensa

Una mujer canadiense que fue criada en un hogar homosexual se dedica ahora a asistir a otras personas que atraviesan por la misma situación y a pedir a los gobiernos del mundo que protejan el matrimonio entre hombre y mujer.
Según informa ForumLibertas.org, Dawn Stefanowicz vive en Ontario, Canadá, con su esposo de toda la vida y sus dos hijos, a los que ha educado en casa. Actualmente prepara su autobiografía y desarrolla un ministerio especial desde su sitio web.
Brinda ayuda a otras personas que como ella crecieron a cargo de un padre homosexual y fueron expuestas a este estilo de vida.
Stefanowicz explica en el sitio web “cómo en su infancia estuvo expuesta a intercambios de parejas gays, playas nudistas y la falta de afirmación en su feminidad, cómo le hirió el estilo de vida en el que creció, y ofrece ayuda, consejo e información para otras personas que han crecido heridas en un entorno de ‘familia’ gay, un estilo de ‘familia’ que ella no desea para nadie y que cree que las leyes no deberían apoyar”.
Su testimonio:
En su relato, Stefanowicz explica que debido a una enfermedad grave de su madre debió quedar al cuidado de su padre homosexual cuando aún era una niña. “Estuve expuesta a un alto riesgo de enfermedades de transmisión sexual debido al abuso sexual, a los comportamientos de alto riesgo de mi padre y a numerosas parejas”, relata.
“Incluso cuando mi padre estaba en lo que parecían relaciones monógamas, continuaba haciendo ‘cruising’ buscando sexo anónimo. Llegué a preocuparme profundamente, a amar y entender con compasión a mi padre. Compartía conmigo lo que lamentaba de la vida. Desgraciadamente, siendo niño unos adultos abusaron sexual y físicamente de él. Debido a esto, vivió con depresión, problemas de control, estallidos de rabia, tendencias suicidas y compulsión sexual. Intentaba satisfacer su necesidad por el afecto de su padre, por su afirmación y atención, con relaciones promiscuas y transitorias. Las (ex) parejas de mi padre, con los que traté y llegué a apreciar con sentimientos profundos, vieron sus vidas drásticamente acortadas por el SIDA y el suicidio. Tristemente, mi padre murió de SIDA en 1991″, recuerda.
Según Stefanowicz las “experiencias personales, profesionales y sociales con mi padre no me enseñaron el respeto por la moralidad, la autoridad, el matrimonio o el amor paterno. Me sentía temerosamente acallada porque mi padre no me permitía hablar de él, sus compañeros de casa, su estilo de vida y sus encuentros en esa subcultura. Mientras viví en casa, tuve que vivir según sus reglas”.
“Sí, amaba a mi padre. Pero me sentía abandonada y despreciada porque mi padre me dejaba a menudo para estar varios días con sus compañeros. Sus parejas realmente no se interesaban por mí. Fui dañada por el maltrato doméstico homosexual, las tentativas sexuales con menores y la pérdida de parejas sexuales como si las personas fueran sólo cosas para usar. Busqué consuelo, busqué el amor de mi padre en diversos novios a partir de los 12 años”, sostiene.
Stefanowicz recuerda que “desde corta edad, se me expuso a charlas sexualmente explícitas, estilos de vida hedonistas, subculturas GLBT y lugares de vacaciones gay. El sexo me parecía gratuito cuando era niña. Se me expuso a manifestaciones de sexualidad de todo tipo incluyendo sexo en casas de baño, travestismo, sodomía, pornografía, nudismo gay, lesbianismo, bisexualidad, voyeurismo y exhibicionismo. Se aludía al sadomasoquismo y se mostraban algunos aspectos. Las drogas y el alcohol a menudo contribuían a bajar las inhibiciones en las relaciones de mi padre”.
“Mi padre apreciaba el vestir unisex, los aspectos de género-neutro, y el intercambio de ropas cuando yo tenía 8 años. Yo no veía el valor de las diferencias biológicamente complementarias entre hombre y mujer. Ni pensaba acerca del matrimonio. Hice votos de no tener nunca hijos, porque no crecí en un ambiente de hogar seguro, sacrificial, centrado en los niños”, señala.
Las consecuencias:
“Más de dos décadas de exposición directa a estas experiencias estresantes me causaron inseguridad, depresión, pensamientos suicidas, miedo, ansiedad, baja autoestima, insomnio y confusión sexual. Mi conciencia y mi inocencia fueron seriamente dañados. Fui testigo de que todos los otros miembros de la familia también sufrían”, sostiene Stefanowicz.
Ella asegura que sólo después de haber tomado las decisiones más importantes de su vida, empezó a darse cuenta de cómo la había afectado crecer en ese ambiente.
“Mi sanación implicó mirar de frente la realidad, aceptar las consecuencias a largo plazo y ofrecer perdón. ¿Podéis imaginar ser forzados a aceptar relaciones inestables y prácticas sexuales diversas desde corta edad y cómo afectó a mi desarrollo?. Desgraciadamente, hasta que mi padre, sus parejas sexuales y mi madre murieron, no pude hablar públicamente de mis experiencias”, explica.
“Al final, los niños serán las víctimas reales y los perdedores del matrimonio legal del mismo sexo. ¿Qué esperanza puedo ofrecer a niños inocentes sin voz? Gobiernos y jueces deben defender el matrimonio entre hombre y mujer y excluir todos los otros, por el bien de nuestros niños”, concluye.
Fuente: ACIprensa

DRAMA DE NIÑOS CRIADOS POR HOMOSEXUALES

Imagen por: Catolicidad.com

El lobby homoparental se apoya sobre estudios que, en su casi totalidad, no son más que seudo científicos. La intoxicación está suficientemente bien hecha para que todo el mundo se convenza de que estos estudios prueban que los niños criados por padres homosexuales se portan bien. Sin embargo, sólo basta tomarse el trabajo de verificar la naturaleza de los trabajos citados para entender sus debilidades metodológicas y sus manipulaciones en cuanto a la elección de los grupos estudiados.
Maurice Berger es profesor de sicopatología del niño, jefe de servicio de siquiatría en el Centro Hospitalario Universitario de Saint-Étienne y miembro de varias comisiones interministeriales para la protección de la niñez en Francia. Para el profesor Berger, “el lobby homoparental utiliza un método sencillo: el engaño”. Es imposible imaginar menos objetividad en las publicaciones existentes sobre este tema. “No difference”: esa es la eterna conclusión del conjunto de los trabajos comparativos del desarrollo síquico de los niños criados por parejas homosexuales y heterosexuales. Sin embargo, la casi totalidad de esos trabajos no utilizan métodos científicos rigurosos. Son estudios claramente militantes basados en la palabra de los “padres” (la mayoría de las veces se trata de voluntarios, no elegidos al azar, reclutados por los lobbies homosexuales), ausencia de grupos de comparación, comparaciones con niños provenientes de parejas heterosexuales pero criados en familias recompuestas u homoparentales, efectivos estudiados insuficientes… En definitiva: trabajos que coleccionan defectos metodológícos tan groseros que deberían ser desechados por cualquier comité de lectura digno de ese nombre.
Pero no sólo es el carácter erróneo de los trabajos esgrimidos por los lobbies lo que hay que poner en el expediente contra la homoparentalidad. Un estudio publicado el verano pasado cuestiona radicalmente la línea oficial que prevalece actualmente, que acredita que la tesis según la cual no haría ninguna diferencia en términos de salud mental entre los niños criados por parejas homosexuales y aquellos que lo son por parejas heterosexuales.
Las investigaciones del profesor Mark Regnerus de la Universidad de Texas destruyen el discurso vigente apoyándose sobre el examen de 3.000 niños crecidos en el seno de 8 estructuras familiares diferentes a partir de 40 criterios sociales y emocionales. Los resultados más positivos conciernen a los adultos provenientes de familias “tradicionales”, los cuales manifiestan sentirse más felices, gozan de mejor salud mental y física y consumen menos drogas que los demás.
A la inversa, los niños criados por lesbianas son los que peor estado presentan, con un aumento estadístico inquietante de depresiones en ese grupo. Los adultos provenientes de ese grupo dicen haber sido a menudo víctimas de abusos sexuales (23% contra 2% entre los niños de parejas heterosexuales casadas) y sufren de precariedad económica (69% dependen de prestaciones sociales contra 17% de los criados por su padre y su madre).
¿Por qué un tal divergencia de resultados en esos estudios de psicología comportamental? La explicación la ofrece la calidad del trabajo de Regnerus, que arroja indirectamente una luz cruda sobre los errores metodológicos de los precedentes estudios. El profesor tejano ha tenido mucho cuidado en efectuar su encuesta sobre un gran número de adultos, al contrario de los antiguos trabajos que se limitan a muestras ridículas por su tamaño. Además, Regnerus apoya sus conclusiones sobre las respuestas de los propios interrogados y no sobre los datos aportados por sus “padres”.
Después del análisis del conjunto de las respuestas, la conclusión del profesor Mark Regnerus es indiscutible: el modelo familial que reposa sobre “la unión conyugal estable del padre y la madre biológica (cada vez más parecida a una especie en peligro) sigue siendo el entorno más seguro para el desarrollo del niño”. Todas las demás combinaciones, según el universitario norteamericano, causa un prejuicio a largo término en el equilibrio del niño, sean cuales sean las cualidades humanas y educativas de los homosexuales, que nadie pone en tela de juicio aquí.
Meterse en otra vía que no sea el “modelo familial tradicional” (pareja conyugal heterosexual estable) equivale a negar frontalmente el principio reconocido por la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, según el cual el interés superior de éste (la parte más débil y sin defensa) debe pasar siempre por delante de cualquier otra consideración.
Esta publicación, que confirma lo bien fundado de la estructura ética y antropológica de la alianza conyugal entre un hombre y una mujer para asegurar el pleno desarrollo del niño, no puede ser silenciado por más tiempo, ante la legalización del matrimonio homosexual en algunos países y su próxima implantación en otros, lo que abre la posibilidad de la adopción por las las parejas homosexuales.
El deber de los gobiernos consiste en verificar la fiabilidad de los trabajos en los que se apoyan los lobbíes homosexuales y darle el lugar que le corresponde al saber y a la ciencia y no a los estudios tendenciosos y amañados de los grupos que militan por los objetivos de grupos exclusivamente motivados por lo que ellos consideran sus derechos. Es necesario un debate a fondo, pues en este tema ¿quién se preocupa del interés de los niños?

Fuente: Alertadigital.com 

¿CUÁL ARTE? "MUJER EN CUSTODIA"

Ni siquiera me he permitido mostrar las imágenes de esta asquerosa exposición...

El ministerio de Cultura colombiano está nervioso. La campaña ciudadana contra la exposición “Mujeres en Custodia” les ha llevado a movimientos erráticos. La exposición es un ataque directo a los sentimientos religiosos de la mayoría de los colombianos. Presenta la vagina en una custodia a modo de hostia consagrada

Por si fuera poco, se pretende exponer en el museo de Santa Cara, una antigua Iglesia católica desacralizada para exponer arte sacro. Cabe recordar -por último- que Santa Clara ha sido tradicionalmente representada con una custodia.

Diversos movimientos sociales han mostrado su queja. Voto Católico Colombia inició una campaña en CitizenGO pidiendo la retirada de la exposición. Otras organizaciones sociales han reclamado un revocatorio oficial tanto al ministerio de Cultura como al propio presidente Santos.También la Conferencia Episcopal de Colombia ha mostrado su queja: “La Iglesia, promotora del arte pide respeto a los símbolos religiosos”.

Políticamente la senadora Mª Rosario Guerra presentó unas constancia ante el pleno del Senado pidiendo el respeto a los símbolos religiosos de la mayoría de los colombianos.

La reacción del ministerio de Cultura ha sido errática. Primero modificaron el nombre de la exposición. Dejó de llamarse “Mujeres en Custodia” para ‘rebautizarse’ como “Mujeres Ocultas’. Puede ver el antes y después aquí ¿Maniobra de distracción?. 

Posteriormente trataron de justificar el ataque a los sentimientos religiosos alegando que la exposición pretendía denunciar la violencia contra las mujeres señalando la sacralizad del cuerpo femenino, pero que “en ningún caso pretendían ofender a nadie”. Si no pretendían ofender bastaba con que no lo hubieran hecho. Pero mantener la exposición es mantener la ofensa y por tanto las contingencias jurídicas, recuerdan desde Voto Católico Colombia.

Lo último ha sido exigir invitación para entrar en la exposición. Hasta el 16 de agosto la entrada era libre; ahora en cambio, se exige invitación. ¿Por qué ese cambio? No hay respuesta. Puede ver el antes y el después aquí.

Movimientos erráticos que demuestran nerviosismo que un ministerio que prometió estar al servicio de todos y que se permite atentar contra la libertad religiosa y contra el sentimiento religioso de la mayorías de los colombianos.

Fuente: Argentinosalerta.org