lunes, 2 de diciembre de 2013

SECTAS +1


Imagen modificada por el autor de este blog


Es un dato fehaciente para cualquiera que trabaje pastoralmente en Latinoamérica, constatar el hecho de que hay una gran cantidad de sectas protestantes y de nuevos movimientos religiosos. Ya en la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de Puebla (México, marzo l979) el Documento final cuando habla de la "Evangelización de la cultura en América Latina", hace referencia a las sectas protestantes y a los nuevos movimientos religiosos.

En el nº 419, dice: "En el cuadro de este proceso histórico surgen en nuestro continente fenómenos y problemas particulares e importantes: la intensificación de las migraciones y de los desplazamientos de población del agro (rural) hacia la ciudad; también la presencia de fenómenos religiosos como el de la invasión de las sectas, que no por parecer marginales, el evangelizador puede desconocer...".

En el nº 80 dice: "Muchas sectas han sido, clara y pertinazmente, no sólo anticatólicas, sino también injustas al juzgar a la Iglesia y han tratado de minar a sus miembros menos formados. Tenemos que confesar con humildad que en gran parte, aún en sectores de la Iglesia, una falsa interpretación del pluralismo religioso ha permitido la proliferación de doctrinas erróneas o discutibles en cuanto a fe y moral, suscitando confusión en el Pueblo de Dios".

En el nº 1100, dice: "La Iglesia Católica constituye en América latina la inmensa mayoría, lo cual es un hecho de carácter no sólo sociológico, sino también teológico muy relevante".

Y sigue en el nº 1105: (En América Latina) "Observamos igualmente otras formas religiosas o para - religiosas, con un conjunto de actitudes muy diferentes entre sí que aceptan en una realidad superior ("espíritus", "fuerzas ocultas", "astros". etc.) con la cual entienden comunicarse para obtener ayuda y normas de vida".

Y en el nº 1122, dice: (La Iglesia debe) "Estudiar diligentemente el fenómeno de los "movimientos religiosos libres" y las causas que motivan su rápido crecimiento, para responder en nuestra comunidades eclesiales a los anhelos y planteamientos a los cuales dichos movimientos buscan dar una respuesta, tales como una liturgia viva, una fraternidad sentida, y una activa participación misionera".

Y finaliza con este llamado urgente del nº 469: "Si la Iglesia Católica no reinterpreta la religión del pueblo Latinoamericano, se producirá un vacío que lo ocuparán las sectas, los mesianismos políticos secularizados, el consumismo que produce hastío y la indiferencia, o el pansexualismo pagano. Nuevamente la Iglesia se enfrenta con el problema: "lo que no asume en Cristo, no es redimido", (S. Ireneo de Lyon); y se constituye en un ídolo nuevo con malicia vieja".

En esta misma línea del Magisterio Latinoamericano en la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de Santo Domingo, Octubre 1992.

En el nº 139 dice: "El problema de las sectas ha adquirido proporciones dramáticas y ha llegado a ser verdaderamente preocupante sobre todo por el creciente proselitismo".

En el nº 140, continúa: "Las sectas fundamentalistas son grupos religiosos que insisten en que sólo la fe en Jesucristo salva y que la única base de la fe es la Sagrada Escritura, interpretada de manera personal y fundamentalista, por lo tanto con exclusión de la Iglesia, y la insistencia en la proximidad del mundo y del juicio próximo.

Se caracterizan por su afán proselitista mediante insistentes visitas domiciliarias, gran difusión de Biblias, revistas y libros; la presencia y ayuda oportunista en momentos críticos de la persona o de la familia y una gran capacidad técnica en el uso de los medios de comunicación social. Cuentan con una poderosa ayuda financiera proveniente del extranjero y del diezmo que obligatoriamente tributan todos los adheridos.

Están marcados por un moralismo riguroso, por reuniones de oración con un culto participativo y emotivo, basado en la Biblia, y por su agresividad contra la Iglesia, valiéndose con frecuencia de la calumnia y de la dádiva. Aunque su compromiso con lo temporal es débil, se orientan hacia la participación política encaminada a la toma del poder.

La presencia de estas sectas religiosas fundamentalistas en América Latina ha aumentado de manera extraordinaria desde Puebla hasta nuestros días".

En el nº 141 dice: "Dar una respuesta pastoral eficaz ante el avance de las sectas, haciendo más presente la acción evangelizadora de la Iglesia en aquellos sectores más vulnerables, como migrantes, poblaciones sin atención sacerdotal y con gran ignorancia religiosa, personas sencillas o con problemas materiales o de familia".

En el nº 146 en las líneas pastorales de la Iglesia Católica se dice: "Instruir ampliamente, con serenidad y objetividad, al pueblo sobre las características y diferencias de las diversas sectas y las respuestas a las injustas acusaciones contra la Iglesia Católica. Promover las visitas domiciliarias con laicos preparados y organizar la pastoral del retorno para acoger a los católicos que regresan a la Iglesia".

La Asamblea Episcopal en Santo Domingo, también advierte sobre los nuevos movimientos religiosos libres.

Así en el nº 148 dice: "Ante la multiplicidad de nuevos movimientos religiosos, con expresiones muy diversas entre sí, queremos centrar nuestra atención sobre las causas de su crecimiento (Doc. de Puebla, nº 1122) y los desafíos pastorales que plantean".

En el nº 149, dice: "Son muchas y variadas las causas que explican el interés que despiertan en algunos. Entre ellas se deben señalar.

- La permanente y progresiva crisis social que suscita una cierta angustia colectiva, la pérdida de identidad y el desenraizamiento de las personas.
- La capacidad de estos movimientos para adaptarse a las circunstancias sociales y para satisfacer momentáneamente algunas necesidades de la población. En todo esto no deja de tener cierta presencia el gusto por lo novedoso.
- El distanciamiento de la Iglesia Católica de sectores - ya sea populares o pudientes - que buscan nuevos canales de expresión religiosa, en los que no se debe descartar una evasión de los compromisos de la fe. Una habilidad para ofrecer aparente solución a los deseos de "sanación" por parte de gente atribulada".

Una vez que hemos descrito el problema de las sectas y de los movimientos religiosos libres en los documentos oficiales de la Iglesia en América Latina, podemos pasar a describir en una visión de conjunto las características de estas sectas.

Presencia de las Sectas en Latinoamérica

1.- CRECIENTE PRESENCIA DE LAS SECTAS PROTESTANTES Y DE LOS NUEVOS MOVIMIENTOS RELIGIOSOS EN AMÉRICA LATINA: 1

Está aún por hacer una historia objetiva de la penetración de las sectas en América Latina. Una historia que comportará dificultades a la hora de narrar la penetración de algunos grupos sobre los que no hay unanimidad entre los autores - investigadores respecto a su clasificación de "sectas".

Si el complejo movimiento Pentecostal y la diversidad de grupos de la familia Adventista son considerados como "grupos sectarios", entonces irremediablemente habrá que volver la mirada a finales del S. XIX y principios del S. XX para analizar los primeros pasos en suelo latinoamericano de estos grupos, junto a los Testigos de Jehová y los Mormones.

Parece que esta primera penetración en un continente considerado como católico en su totalidad no preocupaba a nadie de manera especial. La Iglesia Católica dió señales de preocupación respecto a las primeras manifestaciones de las "Iglesias Protestantes" 2, a través de los misioneros protestantes extranjeros que llegaron a este continente acompañando a pequeñas colonias de industriales, técnicos y comerciantes que se erradicaban definitivamente acá. También tomó nota de las "Sociedades Bíblicas" 3 que se iban implantando en cada uno de los países latinoamericanos y su influencia por medio de la distribución gratuita de la Biblia protestante.

La primera constatación observable es el hecho de que, durante la década de los años 1960, el tema de las sectas no aparece como problema principal o preocupante en la conciencia católica latinoamericana. En el año 1968 se celebra la II Conferencia General Episcopal en la ciudad de Medellín (Colombia) del 26 de agosto al 6 de septiembre. Del tema de las sectas protestantes estas son las aportaciones del "documento base" que hace Medellín:

1.- La necesidad del conocimiento de las sectas.
2.- La conciencia de que las sectas presentan su mensaje de forma desencarnada de las realidades temporales sin exigencias de tipo social y de compromiso en la construcción del mundo.
3.- Que su acción proselitista afecta tanto a la Iglesia Católica (mayoritaria en América Latina) como a las Iglesias Protestantes (minoritarias en el continente Sudamericano).

Curiosamente es al final de los 1960 cuando se pone en marcha la maquinaria del Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica. Hacen una investigación en todo el continente de Latinoamérica para estudiar la Religión Católica y su influencia humana y social. Este estudio pormenorizado se ha llamado el "Informe Rockefeller" 4 En este informe se recuerda que: "La Iglesia Católica ha dejado de ser aliada de confianza de Estados Unidos". La década de los años 1970 se destacará por una gran presencia masiva de sectas protestantes y grupos nuevos religiosos, muestra de la estrategia del Departamento de Estado para inundar Latinoamérica de sectas protestantes adictas al sistema de la política de EE.UU. y así hacer la guerra religiosa a la Iglesia Católica que detenta una gran influencia en el continente Latinoamericano, contrarrestando su influencia.

En la Asamblea de Puebla se hace notar lo siguiente:

1.- Denuncia de la intensa propaganda proselitista y agresiva de las sectas protestantes.
2.- Necesidad de una reinterpretación de la religiosidad del pueblo latinoamericano, ya que en caso contrario el vacío lo ocuparían las sectas.
3.- Invitación al estudio del fenómeno de las sectas, así como a un lúcido discernimiento acerca de los diversos nuevos tipos de grupos religiosos.

El investigador Franz Damen6, en un trabajo muy elaborado, dice lo siguiente:

"Los medios de comunicación corroboran lo impresionante de la escalada numérica y de las actividades de estos grupos que se suelen llamar "sectas". Según las estadísticas de H. Zanuso, "cada hora, un promedio de 400 católicos latinoamericanos (8.000 al día), dejan la Iglesia Católica y pasan a formar parte de las sectas protestantes, lo cual supone unos tres millones y medio de católicos al año. Las sectas representan ya son una 8ª parte, o sea, el 12,5% de la población del continente latinoamericano; pero en países como Puerto Rico y Guatemala constituyen (las sectas protestantes) nada menos que el 25% y hasta el 30% del total de la población. El número de miembros de algunas "sectas" se ha duplicado y hasta triplicado en los últimos 10 años".

El investigador H. Zanuso escribe:

"Hay que levantar un dique de contención contra la irresistible marea de las sectas protestantes que siguen invadiendo América Latina con un ritmo creciente del 11% anual; de tal manera que, al comienzo del S. XX, los no católicos en América Latina eran 50.000; actualmente son unos 40´000.000; en 14 años más (hacia el año 2.000) llegarán a ser 140´000.000. Cada día, un promedio de 8.000 católicos Latinoamericanos dejan la Iglesia católica y se hacen adeptos a alguna secta protestante" 7.

El autor Ángel Salvatierra escribe en un artículo sobre las sectas protestantes:

"Creo que hay un reto que preocupa especialmente: el crecimiento acelerado de los Nuevos Movimientos Religiosos en las últimas décadas. En 11 países de América Latina, entre los años 1960 y 1985, creció el porcentaje de adeptos a las sectas protestantes y nuevos movimientos religiosos entre 3 y 6 veces (y aún algo más de 6 veces en Colombia y Guatemala). En 6 países creció más de 2 veces en el mismo tiempo. Sólo en 4 países el crecimiento fue menor de 2 veces. Las estimaciones hacia el futuro son verdaderamente escalofriantes si se considera que, para el año 2010, el 57% de la población de Brasil pertenecería a alguna de las sectas. Bolivia y Chile tendría el 33%, y aún algo más. Los porcentajes en Centroamérica son todavía más elevados, alcanzando incluso el 66% de la población en países como El Salvador y sobre todo Guatemala. Se piensa que si el número de adeptos a las sectas protestantes sigue como hasta ahora, el ritmo de crecimiento de las sectas para el año 2010 sería cerca del 50% de la población total de América Latina y del Caribe" 8.

Ante esta situación la pregunta es obvia: ¿Cuáles son las causas de este impresionante crecimiento sectario en el continente americano de habla hispana y portuguesa? Se trata de recordar en concreto las razones que ofrecen los analistas a la hora de explicar la proliferación de sectas en Latinoamérica. Expongamos brevemente algunas de estas explicaciones, aunque no sean, tal vez, ni las más importantes ni las definitivas:

a.- Causas externas: Muchos autores han observado una extraña y no casual coincidencia entre la masiva presencia de sectas protestantes y nuevos movimientos religiosos en América Latina y el expansionismo ideológico y económico de Estados Unidos de Norteamérica en el continente Latinoamericano. Y se citan como datos definitivos e incuestionables el "Informe Rockefeller" (1969) y los "Documentos de Santa Fe" (1980 y 1989). Ello explicaría, por una parte, la necesidad del discurso moral legitimador de las administraciones norteamericanas a fin de mantener su "statu quo" en América Latina y, por otra parte, el envío masivo de pequeñas sectas protestantes bien adiestradas en campañas de proselitismo y propaganda, campañas misioneras, cruzadas de conversión, y todo esto acompañado del uso masivo de los Medios de Comunicación Social (radio, televisión, prensa, etc.), que ayudan, sin duda, a mantener un determinado orden social beneficioso del sistema capitalista liberal norteamericano. También se puede añadir la presencia de movimientos religiosos de tipo oriental, que crean una gran expectativa entre personas jóvenes de las clases media y profesional que no están muy bien formados en el cristianismo. Un cierto afán de novedad por lo religioso, una cierta moral muy poco exigente y unas prácticas novedosas hacen que tengan un número relativamente suficiente para tener presencia en la sociedad (Movimientos como el Hare Krishna, Mahikari).

b.- Causas internas: Entre las causas internas dentro del Catolicismo que explican el auge de estas sectas y movimientos religiosos comúnmente se ofrecen las siguientes, sin pretender nombrarlas todas:

1.- Vacíos pastorales directos o indirectos de la Iglesia Católica en sectores populares o marginales, pertenecientes a las masas más empobrecidas de América Latina. No hay número suficiente de vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa para atender tantas y tan grandes masas de gentes.

2.- La falta de ministerios laicales entre el pueblo de Dios, y por lo tanto la poca participación de los laicos en las tareas misionales, de catequesis y litúrgicas.

3.- La poca evangelización a nivel de Catequesis y el carácter marcadamente intelectual de ésta, en contraposición al carácter afectivo-simbólico de nuestra cultura Latinoamericana.

4.- La religiosidad popular está realizando los mismos ritos y gestos que hace muchos años, y no sabemos acercarnos con sabiduría popular, instruyéndoles adecuadamente en el Misterio de Cristo.

5.- Grandes extensiones de católicos sin conocer casi al sacerdote o al Obispo, originan una especie de divorcio entre la fe vivida y la realidad organizativa de la Iglesia. Falta mucha comunicación directa y fraternal con grandes masas de hermanos nuestros que son indigentes y desamparados.

En contraposición a estas deficiencias de la Iglesia Católica, las sectas protestantes y los movimientos religiosos ofrecen la posibilidad de:

1.- Integrarse en una religiosidad más laical y sin apenas jerarquías jurídicas.

2.- Valoran y reconocen el "carisma personal" de cada uno de los adeptos y según sus capacidades.

3.- Pertenencia a comunidades pequeñas, con asambleas donde se lee la palabra de Dios y se participa muy activamente con cantos, comunicando sus inspiraciones, gran trato fraternal, sencillez de vida, donde hay responsabilidad y participación en un proyecto religioso activo y participativo.

4.- Una gran mística y responsabilidad misionera, en donde cada uno de ellos se siente responsable de tener que llevar el mensaje de salvación y tener que convertir a otros. También se ha hablado mucho sobre la capacidad de adaptación de las sectas protestantes a la religiosidad popular de nuestro pueblo Latinoamericano. Se ha resaltado con cierta frecuencia, la dificultad de penetración de formas religiosas no católicas en la religiosidad popular latinoamericana, pero un análisis más minucioso muestra que las cosas son mucho más complejas. Por una parte los defensores del "alma católica latinoamericana" subrayan la creciente presencia de las sectas en el continente y la enorme acogida que tienen entre los sectores más populares. Por otra parte, si es verdad que la "religiosidad popular" ha significado siempre un cierto obstáculo de orden teológico a las Iglesias históricas del protestantismo, habrá que decir a la vez que las sectas de origen protestante, como por ejemplo: el pentecostalismo, han hecho un enorme esfuerzo por acercarse e integrar algunas expresiones populares (como curaciones y sanaciones por la fe, etc.), precisamente en proporción inversa a la de un cierto catolicismo elitista que se ha ido alejando de la religiosidad popular para pasar a un catolicismo socio-político de compromiso social.


2.- UN TIPO DE SECTAS PROPIAS DE LATINOAMÉRICA:

A continuación veamos qué dicen algunos autores a propósito de las sectas protestantes y de los nuevos movimientos religiosos en América Latina.

Alfredo Silleta propone una tipología basada en tres grandes grupos:

a.- Iglesias Evangélicas o Pentecostales, que operan a través de las "trasnacionales de la fe".
b.- Iglesias para-cristianas, caracterizadas por incorporar, además de la Biblia, otros textos religiosos al núcleo de sus creencias (Testigos de Jehová, Adventistas, Mormones, Iglesia de la Unificación, Niños de Dios).
c.- Grupos sin raíces cristianas, (Hare Krishna, Misión de la Luz Divina, Cienciología, Espiritismo, etc.).

Javier Lozano Barragán, reconociendo lo arriesgado que resulta ofrecer una tipología satisfactoria, propone una cuyo criterio básico es la mayor o menor aproximación a unos puntos referenciales:

a.- La cultura de la modernidad, que conlleva la negación de la Iglesia Católica. Pero ante esta cultura, aglutinante de ciertos valores, las respuestas sectarias se clasifican por:

.- La huida total del mundo (Hare Krishna)
.- La identificación con el mundo (Movimiento Moon)
.- La búsqueda de valores (Seeckers).

b.- El Cristianismo:

.- Grupos procedentes de la Reforma Protestante (protestantismo evangélico y pentecostal; las "para-Iglesias" de misioneros sin confesionalidad determinada; grupos para-cristianos: Testigos de Jehová y Mormones).
.- Grupos procedentes de ambientes humanitarios, para desarrollar el potencial humano (Dianética), el potencial divino (Hare Krishna), para buscar contacto entre las religiones universales, y los movimientos mágico - cultistas y el culto satánico.
.- Grupos de conocimiento de textos sagrados. Con una cuádruple clasificación según tomen como base la Sagrada Escritura, los grandes textos hinduistas o budistas, los principios gnósticos, o las religiones paganas.
.- Grupos que se distancian respecto a la Iglesia Católica, cuya gradualidad iría de menos a más: los que rechazan a la Iglesia Católica, los que rechazan a Cristo como Salvador, los que rechazan a Dios o cualquier forma de religiosidad.9

Franz Damen, interrelaciona en la compleja diversidad del fenómeno de las sectas protestantes y su influencia en la vida social de Latinoamérica y distingue entre:

a.- Iglesias de la Primera Reforma, o "históricas", es decir, las nacidas en el S. XVI en Europa (Luterana, Anglicana, Calvinista, Presbiteriana).
b.- Iglesias de la Segunda Reforma, o "iglesias libres", de tipo misionero, son las nacidas en Europa en los SS. XVII y XVIII, como reacción contra las iglesias de la Primera reforma, y son los Metodistas, Bautistas, Cuáqueros, Menonitas. (Gran parte de estas sectas emigraron a EE.UU.)
c.- Iglesias de la Tercera Reforma, las iglesias surgidas en EE.UU. a finales del S. XIX y comienzos del S. XX, caracterizadas por el "reavivamiento" de las Iglesias históricas, en un proceso que se pueden distinguir tres grupos: Evangélicos fundamentalistas, Pentecostales, Bautistas libres.
d.- Iglesias cristianas marginales, o, paracristianas: Testigos de Jehová. Mormones. Niños de Dios, etc.

Florencio Galindo10 ha ensayado una tipología amplia adecuada a la realidad latinoamericana que abarca todo el fenómeno religioso no católico. Su propuesta se basa en el hecho de que todos los grupos religiosos oscilan entre dos corrientes o familias espirituales de dimensión universal:

.- la primera es la que elabora su teología y su ética a partir de la tradición judeo - cristiana .- la segunda se inspira en la tradición esotérica occidental o en principios religioso - filosófico oriental, incluso en las religiones africanas e indígenas americanas.

He aquí, esquemáticamente, la propuesta de F. Galindo:

1.- Sociedades Religiosas de origen Cristiano:

a.- Iglesias Protestantes históricas de origen europeo:
.- (Protestantismo de inmigración o "Iglesias de trasplante"); Luteranos (alemanes); Presbiteranos (escoceses); Anglicanos (ingleses); Valdenses (franceses e italianos); Protestantes Reformados (holandeses y suizos); Bautistas (galeses); Menonitas (holandeses y suizos).

b.- Iglesias históricas de origen norteamericano (en general protestantismo de misión).
- Iglesias de orientación tradicionalmente más confesional: Luteranas, Presbiterianas, Cuáqueros.
- Iglesias "libres", vinculadas por su origen con el "movimiento revivalista": Metodistas, Bautistas, Congregacionalistas, Discípulos de Cristo, Ejército de Salvación.

c.- Iglesias Evangélicas. Llamados también "sectas evangélicas", en general todos pertenecen a la corriente fundamentalista, y se dan cuatro categorías:
- Misiones de Fe: (Faith Mission), o sociedades misioneras dedicadas a la población indígena apoyadas financieramente por Iglesias Conservadoras de EE.UU. Misión Centroamericana, Pioneer Missionary Agency, Instituto Lingüístico de Verano.
- "Trasnacionales religiosas", sociedades misioneras de origen interdenominacional: Cruzada Estudiantil. Visión Mundial. Juventud con una Misión. Juventud para Cristo.
- "Iglesias pentecostales": Iglesia Evangélica Pentecostal. Asambleas de Dios. Iglesias de Dios. Iglesia del Evangelio Cuadrangular.
- "Vanguardias ideológicas". Iglesia Electrónica.

d.- Sociedades para - cristianas: ("Iglesias marginales", o "Sectas de revelación", ya que pretenden corregir la Biblia en base a revelaciones): Adventistas (Iglesia Adventista del Séptimo Día), Testigos de Jehová y Mormones (Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días).

2.- Sociedades religiosas de inspiración no cristiana ("Nuevos Movimientos Religiosos" o "Sectas Modernas"):

a.- Religiones Orientales: (Llegadas por inmigración) Budismo, Sintoísmo, Hinduismo.
b.- Expresiones religiosas de origen reciente:
.- De origen Oriental: Meditación Trascendental, Hare Krishna, Mahikari (de la India), Iglesia de la Unificación o Asociación Moon, (Corea del Sur).
.- De origen Occidental: Niños de Dios
.- De origen Islámico: Fe Universal Baha´i
c.- Grupos filosóficos- religiosos: Rosacruces. Sociedad Teosófica, etc.
d.- Prácticas de origen Africano: Macumba (Brasil), Vudú (Haití), Candomble (Brasil), Santería (Cuba).

Finalmente, también podemos tener en cuenta estos dos grandes movimientos en Latinoamérica: Los Pentecostales y las Corporaciones Religiosas (o Multinacionales de la Fe).

A.- Pentecostales: El pentecostalismo es un movimiento muy amplio y complejo 11. Supuesto el movimiento Pentecostal que se da en las "Iglesias Cristianas" que pertenecen al Consejo Ecuménico de las Iglesias y que tienen raíces y fundamentos bíblicos y teológicos, nosotros nos vamos a referir a la gran parte de "sectas pentecostales" que se mueven por el terreno de América Latina y que tienen un claro corte sectario.
Este movimiento pentecostal originario de estados Unidos de América, ha penetrado en América Latina de manera espectacular. Las cifras se disparan de manera evidente. He aquí algunas citas significativas:

"El pentecostalismo ha mostrado una tasa de crecimiento impresionante: mientras en 1950 representaba el 9,5% de las sectas protestantes en América Latina, en 1972 ya sumaban el 72%. Algunas ramas de este tipo de "protestantismo de los pobres" crecieron anualmente en un 35%, o sea, se duplicaron en 4 años" 12.

Otros autores ofrecen, por las mismas fechas, otros cálculos todavía más dispares. Veamos:

"Otro aspecto a tratar es el número de pentecostales. Según algunos, en América Latina significan el 80% de las "sectas protestantes", según otros el 62%. En realidad, no se puede saber, puesto que no existen estadísticas científicas, sino más bien cálculos parciales. El pentecostalismo se tiene como la Iglesia Evangélica más importante de América Latina. En Chile, por ejemplo, constituye el 14% de la población total; el resto de las sectas protestantes sólo el 1%. En las Islas Bahamas, el 10% de la población pertenece al movimiento pentecostal, que es el 20% del protestantismo en esa isla. En Brasil el movimiento pentecostal representa el protestantismo numéricamente más importante de habla latina, cuenta aproximadamente con 4´000.000 de pentecostales (que es el 70% del protestantismo brasileño) y las Asambleas de Dios con 2´000.000 de adeptos..." El pentecostalismo influye en la actualidad al 80% de la población protestante de América Latina. En Chile abarca hasta el 15% de la población total, debido en parte al fomento que propició el General Augusto Pinochet desde septiembre de 1973, como una forma de contrarrestar la fuerte influencia crítica de la Iglesia Católica a su Gobierno y a los abusos que se dieron" 13

B.- Las "Corporaciones Religiosas", o (Multinacionales de la Fe): Existe un fenómeno, genuinamente norteamericano, cada vez con mayor incidencia en América Latina, que se ha dado en llamar "Corporaciones Religiosas" o "Multinacionales de la Fe", dentro de las cuales ocupa especial relieve la denominada "Iglesia Electrónica":

“... una compañía que produce y comercializa bienes y servicios en más de un país, visualiza el mundo entero como un área de operaciones, y actúa consecuentemente. Es una corporación multinacional que se desplaza por todas las partes en busca de nueva tecnología, personas talentosas, nuevos procesos de comunicación, nuevas materias primas, ideas, capital. Ve a todo el planeta como su mercado y se esfuerza por servir a sus clientes en todas las partes. Produce bienes donde sea que éstos puedan producirse de las maneras más económicas, o entrega servicios a uno o más mercados obteniendo utilidades y sin considerar fronteras ideológicas nacionales" 14.


Referencias:

1 Cfr : "Para conocer las Sectas" , de J. Bosch. Págs.: 183 a 213. Edit. Verbo Divino. Estella,1992.

2 Hay que distinguir entre: "Iglesias Protestantes" y "Sectas Protestantes". Las primeras están consideradas como Iglesias Reformadas y pertenecen a las "Iglesias separadas", y que la Iglesia Católica considera como Iglesias Hermanas: Iglesia Luterana, Anglicana, etc. Las "sectas protestantes" no están consideradas como "Iglesias".

3 Las "Sociedades Bíblicas" están organizadas especialmente para imprimir y distribuir Biblias protestantes. Su objetivo es dar a conocer la Sagrada Escritura en todo el mundo. Hay varias Sociedades Bíblicas. La más importante y a la que nos referiremos habitualmente será la "Sociedad Bíblica Americana" ("American Bible Society") que tuvo su origen en 1827 como protesta contra la Sociedad Bíblica Inglesa. Está actualmente radicada en Miami (Florida) EE.UU, con el nombre de "Sociedades Bíblicas Unidas", con el subtítulo : "Dios habla hoy".

4 "Rapport Rockefeller (1969). Extraits: Dial (Diffusion de l´Information sur l´Amerique Latine").

5 Tomado de "Mapa de las sectas en América Latina", de L. Trejos; en "Nueva Evangelización y Ecumenismo" , Pag. 414. Madrid 1992.

6 F. Damen,"Sectas" en "Mysterium Liberationis", Tomo II, Págs., 423-444. Trotta. Madrid. 1990.

7 H. Zanuso, en "Iglesias y sectas en América Latina". Pág. 5. Edit. Librería Parroquial Clavería, México, 1989.

8 Ángel Salvatierra. "Las sectas, desafío a la nueva evangelización", en "Nueva Evangelización y Ecumenismo", Págs.: 478-479. Congreso Iberoamericano (Guadalupe, Cáceres, España, 20 - 26 Oct. 1991).

9 Javier Lozano Barragán, "Evangelización y proselitismo", en: "Nueva Evangelización y Ecumenismo" op. cit. Pgs: 323-324.

10 Florencio Galindo, "El protestantismo fundamentalista", Pgs: 71-76. Edit. Verbo Divino, Estella, 1992.

11 Walter Hollenweger, "El pentecostalismo. Historia y Doctrina", Edit: La Aurora, Buenos Aires, 1976; R. Dominguez, "Pioneros de Pentecostés", Literatura Evangélica, Miami, 1971.

12 Franz Demen, Sectas", op. cit. Pg. 429

13 Humberto Muñoz. "Los pentecostales" en "Las sectas en América Latina" op. cit. Pg. 142.

14 A. Silleta, en "Las sectas invaden Argentina".

Fuente: P. Ignacio Garro, S.J.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

VANIDAD DE LAS RIQUEZAS



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Oíd esto, todas las naciones;
escuchadlo, habitantes del orbe:
plebeyos y nobles, ricos y pobres;

mi boca hablará sabiamente,
y serán muy sensatas mis reflexiones;
prestaré oído al proverbio
y propondré mi problema al son de la cítara.

¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas,
si nadie puede salvarse
ni dar a Dios un rescate?

Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa.

Mirad: los sabios mueren,
lo mismo que perecen los ignorantes y necios,
y legan sus riquezas a extraños.

El sepulcro es su morada perpetua
y su casa de edad en edad,
aunque hayan dado nombre a países.

El hombre no perdurará en la opulencia,
sino que perece como los animales.

Este es el camino de los confiados,
el destino de los hombres satisfechos:
son un rebaño para el abismo,
la muerte es su pastor,
y bajan derechos a la tumba;
se desvanece su figura,
y el abismo es su casa.

Pero a mí, Dios me salva,
me saca de las garras del abismo
y me lleva consigo.

No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.

Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo que lo pasas»,
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz.

El hombre rico e inconsciente
es como un animal que perece.

Este es el camino de los confiados,
el destino de los hombres satisfechos:
son un rebaño para el abismo,
la muerte es su pastor,
y bajan derechos a la tumba;
se desvanece su figura,
y el abismo es su casa.

Pero a mí, Dios me salva,
me saca de las garras del abismo
y me lleva consigo.

No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.

Aunque en vida se felicitaba:
«te alaban, porque te has tratado bien»,
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz.

El hombre rico e inconsciente
es como un animal que perece.

Fuente: Salmo 48

martes, 26 de noviembre de 2013

TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN +3

Un Papa Heróico y un diminuto cardenal

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No es preciso ser católico o religioso de cualquier denominación para admirar la figura de un hombre que casi ha sido crucificado por su propio cuerpo y que sigue luchando con todas sus fuerzas por su misión en esta tierra. Su campaña contra los que abusan de sus pueblos comenzó desde que vivió la opresión que habían impuesto en Polonia, su tierra natal.

Combatir el mal y hacer el bien ha sido su lema. Hace unos años, dos balazos de un terrorista, que él perdonó, quebraron su estructura física, pero no su espíritu. Así lo hemos visto subiendo las plataformas rodeadas de fieles, con un esfuerzo agonizante. El premio es ver a sus fieles, bendecirlos y dejarse ver por ellos. Cargando su dolor a todas partes, en Africa, en las tres Américas, en Asia, el Papa Juan Pablo II ha conmovido a multitudes de todas las razas y colores.

En otro terreno, el Papa no sólo luchó contra el comunismo despótico. Su campaña también se dirigió contra aquellos católicos que allá por los años 60 comenzaron a defender la tesis de que para ayudar a los pobres era preciso dialogar con los marxistas, aliarse con ellos y usar la violencia. Ese ''catolicismo de izquierda'' hizo dudar a mucha gente cuando un sacerdote colombiano fue muerto a los seis meses de unirse a unas guerrillas que se mostraron indiferentes a su muerte.

A ese acercamiento a la izquierda, que incluía el aceptar la necesidad de una revolución para ''liberar'' a los pobres, se le llamó la teología de la liberación. Cuando Karol Wojtyla fue elegido Papa, la Iglesia estaba bastante rasgada por argumentos que incrementaban las posibilidades de más divisiones. Frente a esa situación, lo primero que hizo el nuevo Papa fue leerse el libro del peruano Gustavo Gutiérrez, creador de la nueva teología, y estar listo para demostrar que la doctrina católica era la verdad verdadera y se basaba en el amor, no en las balas. En Nicaragua, por ejemplo, donde los rebeldes sandinistas habían llegado al poder después de derrocar a Somoza, la izquierda proclamó la formación de ''la iglesia del pueblo'' y enseñó que Jesús era hijo de un carpintero, es decir, de un proletario, es decir, de un revolucionario que era mostrado con una ametralladora al hombro. El Papa viajó a muchos de esos lugares, atrajo millones de personas y desvaneció la idea de que la ''iglesia del pueblo'', controlada por la izquierda, era la verdadera Iglesia. El pueblo estaba con el Papa.

Durante su primera visita a Managua, ocupada por los sandinistas, ocurrió un pintoresco suceso que ayuda a comprender la situación. Cuando el Papa visitaba la catedral, inundada de fieles que lo saludaban, un sacerdote, Ernesto Cardenal, que se había sumado abiertamente al sandinismo, intentó simular un gesto de respeto y trató de arrodillarse frente al Papa. Su Santidad lo escuchó por un momento, agitó el dedo índice sobre la cabeza del sacerdote y reanudó su paso hacia el altar. Todo el mundo comprendió que Cardenal había sido amonestado por tratar de debilitar a la Iglesia.

Tal episodio, aparentemente trivial, tuvo una secuencia y se convirtió más tarde en símbolo y lección. Por el momento, pareció que la izquierda seguía avanzando. El sacerdote continuó su trayectoria política, basada en apoyar al marxismo con gestos místicos. Cuando conoció a Castro, Cardenal pareció conmoverse, le temblaron las manos y apenas si logró balbucear algunas palabras de elogio. Así Cardenal confirmó su fe en el triunfo de la izquierda.

Mas el tiempo pasaba y, gracias en gran medida a Juan Pablo II, la situación ideológica cambiaba: la izquierda católica, y aún la marxista, perdía fuerzas. Los sandinistas fueron derrotados por el voto del pueblo en honestas elecciones, Cuba se hundía en desastre total y el enorme imperio soviético se derrumbaba en silencio. La fórmula marxista quedaba vacía en las vacías manos de los comunistas.

Ante la victoria del Papa en Canadá, México y Guatemala, donde los pueblos desbordaron todos los límites, el poeta Cardenal, que nunca había perdonado el cariñoso regaño que le administró Su Santidad, sintió que había que desprestigiar a un pontífice heroico que va camino de la santidad. En realidad, Cardenal no criticó al Papa, sino que quiso demostrar cómo él sabía más que todos los papas juntos. Revisando sus notas del bachillerato, el poeta recordó que la Iglesia había montado la Inquisición y permitido papas beodos y lujuriosos. Luego añadió: "Juan Pablo II le ha hecho mucho daño a la Iglesia y debería pedir perdón por los casos de pederastia, por oponerse al progreso, a las revoluciones sociales y por querer quedarse en el pasado. Aunque, lamentablemente, los marxistas se dejaron corromper y olvidaron el noble ideal de Carlos Marx".

Así Cardenal se define como ''marxista, místico, poeta, sacerdote y revolucionario, y todo a la misma vez''. Tiene que ser muy difícil llamarse Cardenal y no ser cura; añorar la ''nobleza de Marx'' y haberla perdido, y, en realidad, no ser nada.
Fuente: Conoze.com




TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN +2


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Jesucristo ¡No es socialista!

En más de una ocasión, los venezolanos hemos tenido que soportar, y sin que nadie con autoridad entre nosotros aclare nada, que se diga públicamente que nuestro Señor Jesucristo es socialista; y hace poco oímos que «es el más grande socialista» de la historia. Pero eso, además de ser ¡una gran falsedad!, es una falta de respeto para con Dios y para con la mayoría de los venezolanos que somos casi todos cristianos. Y para más colmo, la afirmación de esa falsedad pudiera causar confusión en muchos cristianos bien intencionados que, por no tener suficiente formación, o información, pudieran llegar a pensar que eso es verdad, o más o menos cierto.

Veamos, primero que nada, qué es el socialismo


Según los mismos socialistas, se trata de una teoría o ideología que propone un sistema político y económico donde la sociedad, como una unidad o un todo, se convierte en la principal beneficiaria de los bienes y de los derechos. Es decir, que «la sociedad» debe estar antes y por encima de las personas individualmente consideradas, lo cual garantizaría un máximo de igualdad entre ellos, además de facilitar la desaparición de las clases sociales. Y pongo entre comillas la palabra «sociedad» dentro de esta definición, porque en realidad termina siendo «el Estado».

Durante el siglo pasado, este concepto —que ya no definición— ha sufrido atenuaciones y combinaciones que han servido para hacerla versátil según los esquemas de organización políticos y económicos. Es decir, que en cuanto a la administración de los sistemas de producción (empresa, industria) o control que ejerce esa «sociedad» sobre los sectores económicos y políticos supuestamente puede ser parcial (distintos grados) o total (lo que llaman socialismo real o comunismo). Ese es el fondo de la «redistribución de la riqueza» que, en distintos grados de pureza, postulan todas las doctrinas de izquierda (social-democracia, socialismo, comunitarismo y marxismo[1])

Por otra parte, ya desde el punto de vista de la historia de las ideas, el socialismo es la síntesis de las teorías y prácticas político-económicas que surgieron a partir de la Revolución Francesa (1789), y que siempre ha estado asociada a la categoría política «izquierda»que, a su vez, se vincula al propósito revolucionario de abolir todo «antiguo régimen» y producir una dinámica social progresiva (progresismo).

Ahora veamos qué hay con la doctrina cristiana


La gran pregunta es: ¿acaso eso que postula el socialismo es lo mismo que nos enseña Jesucristo? La respuesta es, rotundamente NO! Aunque existan cristianos, sacerdotes católicos, pastores protestantes y evangélicos que se identifiquen con el socialismo, hay que aclarar, tajantemente, que el socialismo es, por definición y por su misma práctica, antagónico con la Fe cristiana y con su antropología[2].

La antropología cristiana, que a su vez se desprende de la Verdad revelada por Dios, nos enseña que nuestra naturaleza humana tiene dos atributos fundamentales: la inteligencia y la voluntad (libertad); y, aún cuando todos somos iguales en Dignidad, porque somos igualmente personas creadas por Dios a su imagen y semejanza, resulta que somos, al mismo tiempo, diferentes en cuanto a aquellas potencialidades operativas. En efecto, todos tenemos voluntad e inteligencia, pero en diferentes grados y combinaciones de grados; y por supuesto también cuentan las diferencias accidentales como la apariencia física, habilidades motoras, etc. Y esa realidad depende del misterioso plan de Dios, y por eso no todos somos concertistas de piano, ni inventores del modelo T (Ford), ni tampoco somos Napoleón Bonaparte o Albert Einstein. Entonces, por eso mismo, de modo natural y justo, algunos logran más que otros, y también tienen más que otros.

Así mismo, esa Dignidad humana que todos presentimos como algo fundamental e inalienable, sumado al papel del hombre en el plan de la creación, implica que todo, absolutamente todo, en el orden social y político debe estar ordenado a la Persona como fin absoluto de ese orden social[3]. Es decir, que el Estado y la «sociedad» no pueden estar por encima de la Persona como sujeto, objeto y término (fin) del orden social. Ni el Estado ni la «sociedad» tienen alma, o sentimientos o fin trascendente; la Persona de carne y hueso sí.

Entonces, el socialismo es, básicamente, una rebelde y petulante contestación al Plan de Dios, de modo muy concreto, en la realidad de nuestra naturaleza humana y que en sus ideales propone a la sociedad como entidad que se ubica antes y por encima de la persona.

Para ver claramente la incompatibilidad entre el socialismo y la doctrina cristiana no hace falta acudir al tema propiedad privada, al que dedicaré una reflexión en otra ocasión. Para ello nos bastaría considerar otros aspectos que algunas veces son pasados por alto, o como que no importaran tanto como lo de la propiedad privada concreta. Me refiero a la subsidiariedad y a la iniciativa privada.

Cuando el Magisterio de la Iglesia Católica proclama subsidiariedad del Estado y de las organizaciones que están por encima del individuo[4] —ahora sí me refiero al individuo como tal—, lo hace no con el propósito de adornar de manera suntuaria a nuestra Dignidad Humana, sino como afirmación de los atributos preeminentes de la persona como individuo capaz de iniciativa y de libre desarrollo. Y en efecto, aunque sea tan pocas veces glosada por los escritores católicos especializados en Enseñanza Social, la iniciativa privada, tantas veces proclamada por el Magisterio pontificio, no es una manifestación remota de nuestra Dignidad, sino más bien, una manifestación próxima e inmediata. Si se es fiel a Dios y a su plan; si somos fieles a la doctrina de nuestra Fe y a las enseñanzas de nuestra Iglesia, no queda más remedio que reconocer que esto no admite más que una sola interpretación.

En conclusión


Un cristiano bien intencionado y de buen proceder podría querer aceptar que existe alguna combinación posible entre cristianismo y socialismo, solo por dos razones: 1- por falta de información o desconocimiento, 2- por arrastrar una cierta "inconformidad", propia muchas veces de nuestra naturaleza caída, y que, desde sus emociones más íntimas desea que nuestra doctrina se adapte a lo que piensa que es "realmente" justo y «liberador» porque no es verdad que Dios sea tan injusto.[5]

No digo que lo anterior haga que, automáticamente, quienes piensen así sean malas personas; pues, muchas veces se trata, más bien, de buenísima gente. Pero el ser buena gente no nos hace estar en lo cierto, y tampoco impide que arrastremos a otros al error y a la confusión.

Quien quiera buscar explicaciones sobre el por qué para algunos la doctrina cristiana se asemeja o es compatible con el socialismo, las encontrará con facilidad; pues, abundan en los periódicos, en la TV, y hasta en las Universidades. Es muy fácil encontrar a intelectuales con fama de sabios, historiadores reconocidos, sacerdotes, académicos, políticos cristianos, analistas políticos, periodistas, etc. que dirán y defenderán la posible conciliación entre socialismo y la doctrina cristiana.

Ciertamente pueden encontrarse algunas muy aparentes «semejanzas» en cuanto al discurso favorable a los más necesitados, pero sucede que la Fe cristiana lleva a eso por razones totalmente diferentes e incompatibles a la que fundamentan el ideal socialista. Y además, se valen de «medios» también inconciliables: la fe cristiana promueve la justicia y la paz que es posible desde la conversión personal de todos, mientras que el socialismo persigue cambios mediante estructuras políticas y de signo materialista.

Por otra parte, últimamente se oye mucho a los que, siendo tercamente socialistas y marxistas, y para confundirnos, nos quieren convencer de que el socialismo puede ser bueno, porque hay uno malo. Así es ciertamente fácil que algunos vean en esa crítica un gesto de sinceridad que hace cierto lo que dicen. Pero no es así.

Y el mejor argumento según el cual el socialismo bueno es bueno, es porque se realiza en democracia. Pero, para que eso sea así, habría que partir de una premisa equivocada: pretender que la democracia es un fin en sí misma y que, además, debe vérsele como el bien supremo de la sociedad moderna; que entonces todo lo que coopere o se adapte a ella se convierte automáticamente en algo bueno. Pero la democracia no es por sí sola, ni en sí misma, un bien supremo de la sociedad moderna; es tan solo el mejor modelo —eso sí— de organización política y social que, como tal, es un medio que, según el ideal democrático occidental, además del cristiano, debe servir para alcanzar niveles óptimos de condiciones favorables a la realización individual y colectiva (Bien Común). Y como es un medio y no un fin, la democracia sí tiene por encima un ideal fundamental (fin) al que debe estar ordenada, al que debe servir y en el cual encuentra su única justificación: la Persona humana y su inalienable Dignidad; esa misma Persona y esa misma Dignidad Humana que es perjudicada por el socialismo.

De modo que eso de las dos izquierdas y eso de los dos socialismos es, en pocas palabras, una manipulación del anhelo democrático que todos compartimos, para justificar algo que de todas maneras, y desde su fundamento filosófico, es antagónico con la antropología cristiana, y es un error sobre el hombre.

Pero, no se dejen engañar. Fíjense y dense cuenta siempre del nada pequeño detalle de que, quienes pretenden —incluso cristianos— demostrar la compatibilidad entre socialismo y cristianismo, siempre se «hacen los locos» y saltan por encima de la tremenda verdad de nuestra naturaleza humana (seres racionales con inteligencia y voluntad —libres—) que, con su correspondiente Dignidad Humana, determina de modo incontestable, y según el plan de Dios, diferencias naturales e inevitables. Y decir que esas diferencias son injustas sería lo mismo que la ignorante rebeldía decir que Dios es injusto; que tenemos que «enmendarle el capote» con las teorías socialistas.

No podemos quedarnos callados. No se trata de política; se trata de nuestra Fe y de todo aquello que nos es sagrado, fundamental y vital. No se trata de un personaje histórico más como Gandhi o Simón Bolívar, sino de nuestro Dios y Salvador! Por eso me referí a Él como nuestro Señor Jesucristo; porque es nuestro señor, nuestro Redentor, y nunca nos debe parecer raro o exagerado decir así. Si somos cristianos de verdad, esa es nuestra más importante y sagrada Verdad.
Notas
[1] Es bastante común la idea errónea de que socialismo, marxismo y comunismo son términos equivalentes. Sí están estrecha y causalmente relacionados, pero no son lo mismo. Marx aportó nuevos elementos -supuestamente científicos- al socialismo de la Revolución Francesa, al cual criticó por romántico o utópico. Y comunismo es una realización, claramente socialista y marxista, en medio de una realidad política concreta en la que no existen las clases sociales a través de la igualación total.
[2] La antropología cristiana es la comprensión del hombre a partir de la Revelación, y da las claves para entender la constitución del ser humano como ser racional que necesita para alcanzar sus perfecciones al máximo y realizarse adecuadamente para alcanzar su fin último. A partir de la antropología cristiana podemos conocer, en resumidas cuentas, cómo y de qué está hecho el hombre, y conforme a ello, qué es lo que necesita y le conviene para realizarse. La Iglesia, experta en humanidad, desarrolla sus enseñanzas conforme a esa antropología.
[3] A veces hace falta aclarar que, ciertamente, la persona es el fin del orden social, mas no de sí mismo. El hombre es un fin en sí mismo, pero no de sí mismo; son dos cosas muy diferentes y hasta excluyentes.
[4] La subsidiariedad del Estado y de las organizaciones sociales y políticas que pueden estar sobre el nivel de actuación del individuo (no sobre la Persona humana) es el principio originalmente proclamado por la Iglesia Católica, según el cual NO es legítimo que el Estado o las formas de organización que pueden encontrarse entre el nivel de actuación del Estado y el nivel de actuación de los individuos se ocupen de actividades productivas que, siempre, le corresponden a éstos últimos. De modo que según este principio, eso pudiera ocurrir de manera legítima sólo si hace falta o es inevitable en virtud de que los individuos no pueden o no tienen forma de ocuparse de una actividad productiva determinada, y sólo mientras los individuos logran tener capacidad para encargarse. Es decir, que el rol de el Estado en la economía tiene que ser siempre subsidiaria, sólo si los individuos no pueden o no quieren.
[5] El fin no siempre puede justificar los medios, y mucho menos cuando esos medios supongan una suspensión -por más atenuada o transitoria que sea- de la preeminencia de la Persona Humana como fin radical y absoluto del orden social. Resolver las injusticias que algunos individuos quieran generar para su personal provecho, mediante la aplicación de políticas socialistas, es una insensatez. Si existe un ordenamiento jurídico sólido y vigente que ejerza su imperio y que tenga a la persona como centro, ya se estará garantizando el equilibrio y la igualdad de oportunidades. El problema surge cuando las políticas socialistas pretenden modelar "por su propia mano" la justicia y fundar, desde el Estado, la justicia, el desarrollo y el progreso, la riqueza, las sociedades intermedias, y hasta la felicidad! Es, exactamente, el "elefante que camina en un jardín de rosas".
Fuente: Conoze.com 

TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN +1



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Clodovis se pregunta para qué alguien se va a integrar en una religión que es sólo otra actividad social. ¿Para qué aceptar toda la doctrina católica si el objeto principal de la Iglesia no es salvar almas, sino tratar de alcanzar ciertas utopías?
En pocas peleas surge tanta maldad como en pleitos teológicos. Esto se puede comprobar en la disputa surgida entre las dos figuras clave de la teología de la liberación, los hermanos brasileños Leonardo y Clodovis Boff. Aunque poco reportada fuera de los círculos teológicos, la importancia del pleito transciende lo académico y sugiere que la teología de la liberación, antes tan prominente en Latinoamérica, se autodestruye bajo el peso de sus propias ambigüedades y de las intensas críticas producidas durante varias décadas.

Leonardo es el más famoso de los hermanos. En su libro Iglesia, carisma y poder: teología de la liberación y la Iglesia institucional (1985) aplicó el análisis marxista a la Iglesia católica. El entonces Fray Leonardo llegó a la conclusión marxista de que "la iglesia institucional" es el equivalente eclesiástico de "la burguesía" que controla los "medios espirituales de producción".

No es necesario tener un título de Teología para saber que tales argumentos son incompatibles con el catolicismo ortodoxo. Luego de conflictos con obispos brasileños y con el cardenal Ratzinger (ahora Papa y entonces guardián oficial de la ortodoxia), Leonardo colgó los hábitos y abandonó la Orden Franciscana.

Por su parte, su hermano Clodovis siguió siendo sacerdote dentro de los Siervos de María. Hasta hace poco se le identificaba como miembro radical de la teología de la liberación, pero a fines de 2007 sorprendió a sus amigos con la publicación de una dura crítica a "como realmente existe", en la Revista Eclesiástica Brasileira.

Clodovis mantuvo que el error básico de la teología de la liberación es sustituir a Jesucristo por "los pobres" como "principal principio operativo" y apuntó a los recién censurados textos de Jon Sobrino, S.J., como ejemplo del daño que le hacen a la integridad de la fe cristiana.

Primero, estimulan la tendencia a ver a la Iglesia como un "movimiento popular". Entonces, los organismos religiosos comienzan a sentirse como ONGs militantes. Y Clodovis se pregunta para qué alguien se va a integrar en una religión que es sólo otra actividad social. ¿Para qué aceptar toda la doctrina católica si el objeto principal de la Iglesia no es salvar almas, sino tratar de alcanzar ciertas utopías en este mundo?

Más seriamente, Clodovis sugiere que los teólogos le dan prioridad a los pobres por encima de Cristo. El "resultado inevitable es la politización de la fe, su reducción a un instrumento para la liberación social". Según Clodovis, "el principio de Cristo siempre incluye a los pobres, pero el principio de la pobreza no incluye necesariamente a Cristo". Esa fue una de las críticas hechas, en los años 80, por el actual Papa Benedicto XVI.

Según Clodovis, su objetivo es purificar de errores la teología de la liberación, no destruirla. Pero su hermano Leonardo le contestó, en mayo de este año, rechazando duramente tales argumentos y manteniendo que salir al encuentro de los pobres es encontrar a Cristo, añadiendo que las palabras de Clodovis serían utilizadas por las autoridades eclesiásticas para acabar con la teología de la liberación. Eso refleja la creencia de muchos teólogos de la liberación de que todo se reduce, a fin de cuentas, al poder. Así la idea de que alguien cambie de manera de pensar es vista como si uno se cegase ante la realidad y entrease a formar parte de la "represión burguesa". Pero el cambio de manera de pensar de Clodovis nos confirma la fragilidad intelectual de la teología de la liberación. Es como si el teólogo católico Michael Novak nos anunciara hoy que el capitalismo es fundamentalmente incompatible con el cristianismo.
Fuente: Conoze.com